TESTIMONIO DE JAIME DUARTE. Del éxito político al vacío y su encuentro con el Señor

Oct 24, 2022 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Jaime Duarte considera que ha tenido momentos maravillosos en su vida, sin embargo hay momentos oscuros y difíciles, por eso quiere compartir una historia, la suya de su encuentro con Dios. Hace veinte años Jaime estaba dedicado a la investigación, trabajaba en un partido político. Para él era un lugar ideal, el poder trabajar para su país y además poder ganar dinero y fama. 

Trabajaba para el que fue presidente de México, Vicente Fox. Pero en ese entorno en el que venía, sus orígenes eran humildes y eso permaneció durante muchos años. Siempre educados en escuelas públicas, su infancia, adolescencia fueron complicadas. Su padre, alejado de la fe, practicaba el espiritismo y eso tenía consecuencias en la familia. 

Había un tema que para Jaime era muy complicado, su padre era muy estricto, muy duro con ellos. “De niño experimenté de parte de él un gran rechazo, el machismo en nuestro país sin cariño, sin abrazos ni besos era muy normal”, explica. El hombre asumía un rol muy dominante respecto a la mujer. Jaime tenía miedo cuando su padre regresaba del trabajo. En efecto, no solo hubo de su parte rechazo, sino golpes y malas palabras. Eso provocó en Jaime miedo, inseguridad y timidez. Todo eso se fue desarrollando en Jaime fuertemente. “No podía ver a los ojos a una mujer y tenía pánico a hablar en público”, recuerda.

Fue creciendo con muchos miedos. Cuando tenía que hablar en la escuela, no podía mirar a la cara a sus compañeros. Del mismo modo cuando le daban dinero para comprar unos pantalones, tardaba mucho tiempo decidiendo y finalmente siempre salía con la duda de si esa prenda le iba a sentar bien. La parte sentimental también estaba herida. “La etapa de la juventud tenía pánico al rechazo a que una chica me rechazara”. 

Así pasan los años hasta el año 2000 donde se le presenta la oportunidad de desarrollar una carrera política brillante. “La perspectiva de lograr éxitos era prometedora”. Sin embargo, ocurrió algo extraño. Jaime en este tiempo comenzó a sentir algo extraño en su cuerpo y su corazón. “Era una sensación de opresión física insoportable, y peor era lo que sentía por dentro”, recuerda. No se atrevía a decir si esto tenía que ver con el vacío. En este año Jaime se casa y se produce el triunfo electoral. Todo marchaba bien. 

No obstante, esta sensación física le seguía acompañando en estos momentos de éxito y “felicidad”. Cabe mencionar que Jaime no se encontraba en este momento cerca de Dios. Pasa por su cabeza la idea de quitarse la vida. 

¡Conoce cómo termina esta inspiradora historia!

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