Testimonio de conversión: Del dolor, violencia y heridas a sanar con Dios

Mar 15, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

La hermana María Carlota es una seglar que pertenece a la Misión Prisa. Un apostolado en defensa de la vida en todas las etapas del ser humano, otorgándoles la dignidad que la sociedad les ha arrebatado. María Carlota nació en Venezuela en una familia católica con tres hermanos. 

A los 10 años sus padres se divorcian. Al mes de separarse su madre se casa con otra persona y lo mismo hace su padre. Así empieza una vida de desorden en su familia. Cuando nació Carlota ya vivía en una familia con gritos, y maltrato verbal. Su padre era una persona machista e infiel. “Mi madre se dedicó a trabajar para darles su sustento. Crecí en medio de mucho pero no estaba mamá ni papá, había otras personas que nos cuidaban”, explica. Sus padres además eran consumidores de alcohol. Nadie les ponía límites a una vida en la que sus padres querían que estuvieran tranquilos. 

Todo en la vida de sus padres con sus nuevas parejas era beber, festejar y jugar a las cartas, al dominó. Llegaba a clase a veces sin dormir por ese mal hábito incentivado por sus padres. Así fue creciendo con el sueño distorsionado. Además estaba presente la pornografía y la vulgaridad. No había pudor, ni tampoco les ponían límites ante ciertas actuaciones. 

Parecía que Carlota tenía la mejor vida porque tenía total libertad para salir y entrar. Su madre y su padrastro ya se encargaron de que la bebida y el ocio se hiciera dentro de la casa con los amigos en vez de salir fuera. “Me vuelvo una persona fría con una alegría artificial. Me empecé a acostumbrar a beber. Crecí en una vida muy distorsionada”, reconoce. 

Su madre se encargaba de que no faltara bebida en la casa. Un día le propuso a su hermana ir a la playa juntas para que desconectara de la ruptura con un novio que había tenido. No se habían terminado de sentar cuando ve a un hombre trotar y se quedan asombradas. 

Ya en la arena comienza a hablar con ese hombre y quedan a la noche para tomar un helado. Decide quedar con ese desconocido y en esa misma cita el chico le propone casarse con él. Y es que en la cultura latinoamericana quedarse soltero estaba mal visto. Se lo puso tan fácil que no se lo podía creer. Las heridas le llevaron a tomar una decisión equivocada. Ahí empieza una historia de dolor y sufrimiento. “Tenía sed de amor y sed de familia”. 

¡Conoce este impactante testimonio de conversión y llamada a la vocación!

Puedes ponerte en contacto con la hermana y ayudar en su apostolado en este email: prisaorg@gmail.com
Teléfono: +1 (786) 239-8699

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