Hoy en día el ruido en el que vivimos nos agobia, el ser humano vive estresado y los psicólogos se han convertido en los nuevos médicos de cabecera. La búsqueda de felicidad y liberación de estrés ha provocado que muchos recurran a métodos de relajación como el yoga o el mindfullness, ¿pero son estas técnicas buenas en realidad? ¿Debería un cristiano practicarlas? ¿Son inofensivas?

La Iglesia Católica no ha hecho una pronunciación como tal de condena, ni de aceptación, sin embargo, hay algunos documentos y sacerdotes que se han manifestado públicamente en contra afirmando que es mejor evitarlas ya que solo nos pueden aportar males mayores. Entre otros métodos de relajación nos encontramos con el yoga. La palabra yoga significa unión, el objetivo del yoga es el de unir el yo transitorio, temporal ‘jiva’, con el yo eterno, ‘brahmán’, el concepto hindú de Dios.

Este Dios no es un Dios personal sino que es una sustancia impersonal, espiritual que es uno con la naturaleza y el cosmos. Este enfoque del yoga es radicalmente opuesto al cristianismo es donde hay claramente una distinción entre creador y criatura, entre Dios y hombre.

En una entrevista realizada en Zenit al sacerdote Miguel Pastorino quien participó en la consulta internacional sobre New Age realizada en la Santa Sede en 2004, explica que no solo el yoga sino que también el reiki es incompatible con la fe cristiana, pero ¿qué es el reiki? muchos lo definen como una terapia de relajación pero no es simplemente una terapia sino una cosmovisión religiosa con ritos iniciáticos y una espiritualidad panteísta que se amalgama con elementos cristianos y con no pocos principios esotéricos según las diversas escuelas o sistemas.