Evangelio segĂșn san Juan. Jn 6, 51-58
En aquel tiempo, JesĂșs dijo a los judĂos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirĂĄ para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida”.
Entonces los judĂos se pusieron a discutir entre sĂ: “ÂżCĂłmo puede Ă©ste darnos a comer su carne?”
JesĂșs les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrĂĄn tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitarĂ© el Ășltimo dĂa.
Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mĂ y yo en Ă©l. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Ă©l, asĂ tambiĂ©n el que me come vivirĂĄ por mĂ.
Ăste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el manĂĄ que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirĂĄ para siempre”.
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