Testimonio de conversión: De la herida de la separación familiar a la sanación en un retiro

Feb 16, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Amiara Montestruque tiene 28 años y es de Perú, aunque ahora vive en Colombia. Su familia como bien define ha sido el pilar en su vida y su núcleo durante mucho tiempo. Desde muy niña sentía que era una familia utópica e ideal que cualquiera desearía tener. Pero siendo pequeña sus padres se divorcian, un hecho que le toca profundamente y le cambia profundamente en su forma de relacionarse con los demás y por puesto en la fe. A partir de aquí, todo empieza a cambiar. “No sólo por ser hijas de padres divorciados, sino que se transformó para mí la percepción que tenía de cada uno de ellos, incluso la mía”, explica. 

Su padre empieza a tener problemas económicos no sólo por la propia separación. Su relación con Dios tampoco era la que él quería. Su actitud con la vida y con su familia no era la que ellos esperaban debido al dolor y la presión que se ponía.  Su madre también cambia mucho y la depresión se apodera de ella. “No recuerdo hasta muchos años verla sonreír genuinamente. Entra en un pozo de mucha tristeza, de mucha oscuridad, resentimiento”. sostiene. Seguramente pensaba qué iba a ser de ella ahora, salen de esta separación muchas heridas y temores. 

De un día para otro cambian su dinámica para empezar a vivir con silencios incómodos, evitando comentarios inapropiados, entre otras situaciones.  “Tenía cierto resentimiento y tristeza por Dios porque sentía que me quitaban a esa madre cálida y amorosa que sabía que tenía”, reconoce. Todo pendía de un hilo en ese momento. Esa relación con Dios se vuelve en un reclamo y en no saber cuál era el propósito que el Señor tenía para ella. “Esto hizo que cambiara mucho la percepción del matrimonio y que la relación que tuviera con las personas del otro sexo no era saludable”. 

Amiara se limitaba mucho a la hora de conocer otros hombres, pero a su vez caía en relaciones dónde se sentía poco respetada. Vivió relaciones complejas dónde también experimentó el abuso físico.  Claramente llevaba esa mochila cargada de niña. Desde pequeña siempre fue creyente y participaba de las actividades de la Iglesia. En ese momento sin embargo vivía naturalizando el dolor y el sufrimiento y no sentía que nada le faltara, pero es consciente que si no fuera por las personas que llegaron a su vida en ese proceso y en esa etapa ella hoy no estaría contando su testimonio. 

“Creía en lo que me decía Dios, pero no creía en lo que me decía”. Darse cuenta de esto le llevó muchos años porque ella venía cuestionando mucho a Dios. Sin embargo, un día una persona le invita a vivir un retiro espiritual en Bogotá un fin de semana. El propósito era llevar ese retiro a más lugares. Entre esas experiencias y regalos de Dios conoce una persona con la que comienza una relación en la distancia. Pero ambos, tenían todavía puestos los ojos en el mundo. Aún así decidieron vivir la relación en castidad. 

¡No te pierdas este precioso testimonio! Puedes seguirla aquí: https://www.instagram.com/amimontestruque/

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