TESTIMONIO IMPACTANTE: Del espiritismo y presencias a la luz del Espíritu Santo

Abr 30, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Gabriela Arévalo es de Venezuela y viene a contarnos su experiencia de encuentro con Jesús y la Virgen María. Nació en una familia católica, sus padres en casa siempre procuraron darles una educación y valores en la fe católica aunque no eran de misa diaria. Su madre la consagró a la Virgen María cuando ella estaba en el vientre. “Le pidió para poder tener un hijo y la Virgen escuchó su petición”. De hecho, Gabriela tiene una hermana gemela que también ha compartido el testimonio con nosotros y también ella está consagrada. Prometió a la Virgen que si naciera mujer le daría el nombre de la Virgen de la Caridad y la Misericordia. Su madre le puso Gabriela de la Caridad en honor a ella. La Virgen ha tenido un papel muy importante en su proceso de conversión. 

Cuando cumplió 16 años abandonó la fe. Hasta ese momento era de misa diaria pero cuando ingresó en la universidad se olvidó de todo. Se dedicó a estudiar para cumplir sus sueños y metas. Le fue bien en los estudios y así fueron pasando los años perdiendo la fe en Dios. Tuvo incluso noviazgos fuera de Dios. Durante la pandemia, sentía un vacío grande en su corazón que le había dejado toda esta vida desordenada que había tenido. Y es que no le había dado espacio a Dios. Pensaba que se trataba de un episodio de tristeza por tantas cosas que había pasado en su vida o por el mismo encierro. Comenzó una búsqueda que piensa que fue una búsqueda de Dios realmente. Se preguntaba quién era, cuál era su propósito. Preguntas que venían de su alma que buscaba un verdadero contacto con el Señor. Se equivocó de camino porque esta búsqueda la inició con las prácticas de la Nueva Era. 

No conocía nada sobre esto. Hubo personas que le recomendaron hacer meditación trascendental. No le pareció que fuera nada malo. Empezó a ver videos por Youtube e instagram. “Estaba buscando tener una vida más tranquila y relajada”, reconoce. Venía viviendo cosas en su vida que no sabía cómo gestionarlas. Pensaba que estas meditaciones le iban a ayudar a estar más calmadas y sobre todo a encontrar respuestas. “Empecé a hacer meditaciones trascendentales. Pensaba en continuar haciéndolo y también leía libros”.  Esta misma práctica le iba creando más adicción. Leía libros de autoayuda, libros sobre el hinduísmo, budismo…etc. Cuando leía libros que hablaban mal sobre la iglesia católica Gabriela no se sentía bien. 

Pensaba que la iglesia era la autoridad a pesar de no conocer mucho sobre la doctrina.  No tenía conocimiento sobre la Palabra de Dios y tampoco ninguna Biblia en su casa para leer.  “Aquellos libros que hacían referencias a la iglesia católica los dejaba de lado”. Hacía meditaciones con ángeles. Parecían inofensivas pero se dieron cuenta que realmente no lo eran. “Escuchaba voces que me hablaban, sonidos. Llegué a ver imágenes muy nítidas y voces”. Hasta que un día haciendo una meditación acostaba recuerda que al estar invocando a dioses sintió unos dolores por el cuerpo, cambios de temperatura y un dolor muy fuerte en el estómago. En ese momento para la meditación. “Sentía como si mi cuerpo estaba dormido y yo salía de mi cuerpo. Fue una sensación terrorífica”. 

Puedes seguirlas en sus redes sociales aquí: https://www.instagram.com/gaby_arevalo21/

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