En pleno auge de las redes sociales muchos religiosos y religiosas se lanzan en estas nuevas plataformas para divertirse al mismo tiempo que evangelizan, mostrando así que la vida religiosa no tiene por qué ser aburrida.
Porque como dicen en sus redes sociales: “En los buenos momentos y en los malos, tenemos que llevar la cruz de Jesús, no delante, sino detrás de él, como Simón de Cirene, hasta la cumbre del Calvario” (San Damián).
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