Una boda católica se celebró en el exterior de su iglesia a -30° C y no por una excentricidad sino porque fue la única alternativa ante el cierre por la pandemia.

Elisa Makardich y Ahn Tuan originariamente no habían planeado casarse en medio de una ola de frío en el exterior pero el sorpresivo cierre de las parroquias en Quebec, Canadá por el aumento de casos de COVID puso en peligro al celebración. Fue entonces cuando un sacerdote propuso celebrar el evento al aire libre en lugar de posponer la boda.

Así el casamiento tuvo que ser organizado con una temperatura de 20 grados bajo cero y 31 bajo cero de sensación térmica frente a la Iglesia María Reina de la Paz. Una invitada dijo: “Nos recordó que la esencia del matrimonio no es de tener una gran celebración, se trata de la unión, volvimos a las raíces y se trataba solo de amor, amor amor”.

La ceremonia se transmitió por Youtube para que los invitados no tuvieran que exponerse al frío. Sin embargo, muchos de los invitados decidieron acudir personalmente. Todos querían ser parte de eso. Los miembros de la pareja sorprendieron a los integrantes obsequiándoles con cupcakes y chocolate caliente además de compresas calientes para que los invitados no pasaran tanto frío.