TESTIMONIO: La confianza, superación y fe de una joven con discapacidad

Abr 28, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Lola González viene a contarnos su testimonio, cómo vive su vida desde una silla de ruedas. Siempre empieza su testimonio con una pregunta y es que si desde una silla se puede ser feliz. 

Nació el 26 de junio de 2003 dos meses y medio antes de lo previsto ya que su madre tuvo un desprendimiento de placenta. Dicen que salió tan pequeña que los pañales de talla más pequeña le llegaban hasta la nariz y que era del tamaño de un folio Din A4. 

“Hasta los ocho meses mis padres no se enteraron de mi discapacidad (que me afecta a las piernas y al brazo derecho). Desde el primer momento se volcaron en mí y en mi rehabilitación para que poco a poco pudiera ir mejorando ya que entonces no me podía ni sentar y para hacerme una foto de pequeña mi madre tenía que salir sujetándome por detrás”. 

Sus padres siempre se volcaron en ella  y en su rehabilitación y pasaban muchas horas y madrugaba mucho para que pudiera ir mejorando poco a poco. “Además de mi trabajo en casa con mis padres, iba todos los días a las 7:30 donde Jesús mi fisio desde que era pequeña hasta ahora”, explica.

Como Santander es muy pequeño también tenía  que salir fuera para que me hicieran nuevos tratamientos de fisioterapia. “Cuando era pequeña íbamos a Madrid una vez al mes. Todavía me acuerdo esos desayunos en el Landa íbamos y volvíamos en el día, ósea imaginaos la paliza para mis padres”. 

“Creo que una de las cosas buenas que tengo es que he aprendido muy bien a asumir lo que tengo y lo que me pasa, estar en silla no es un drama, esto es lo que me ha tocado vivir y voy a intentar llevarlo con la mejor de mis sonrisas, entre otras cosas porque si no entras en un bucle mental que creo que no es bueno y viviría amargada toda mi vida”, recuerda.

Reconoce que es evidente que no todo es un camino de rosas, ha pasado momentos duros en su vida llegando a tener  tres operaciones, la más dura en marzo de 2016 ya que le operaron del fémur de las dos piernas para que pudiera estirarse mejor y andar más recta. 

“Estuve 10 días ingresada en el hospital, al principio decía que iba a tener un cuadro con todas las visitas diarias pero la realidad es que luego algunos no pudieron entrar porque lo estaba pasando mal, me salió una urticaria en los pies, transfusión de sangre porque me quede muy flojita pero bueno con mi familia apoyándome y amigas siempre pendientes conseguimos salir adelante”. 

Su objetivo con el testimonio es el de poder llegar al máximo número de personas posibles. “”Para mí la vida es un regalo y creo que si Dios me ha puesto este obstáculo en mi vida es por algo y para algo por eso en un futuro me gustaría montar una ONG o fundación para personas como yo que por desgracia no han podido tratarse”, concluye.

Puedes seguir a Lola en su cuenta aquí: https://instagram.com/desdemisillaa?igshid=YmMyMTA2M2Y=

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