Hoy tenemos en el Rosario de las 11 pm a Jorge Morillo, educador y teólogo autodidacta, católico y sobre todo con una vocación muy especial a los más necesitados que permaneció en Jorge a lo largo de los años. Su vida es una obediencia continuada al señor como él mismo dice.

Estando en México y hablando con un sacerdote fue cuando sintió que era el momento para escribir su testimonio y de esta forma dar Gloria a Dios. Jorge Morillo Martín tiene 65 años y cuatro hijas. Estuvo casado hasta en dos ocasiones. Su relato más importante se remonta cuando a los 18 meses a su madre le detectan una enfermedad, un tumor cerebral del que le dan tres meses de vida. Pero el milagro logró que esa vida fuera mucho más larga de lo que predijeron los médicos. Considera a su madre un pilar fundamental en su vida. 

En esta etapa aprendió sobre las ganas de vivir que tenía su madre, lo que le sirvió más adelante para descubrir la Resurrección del Señor.

Para Jorge existen 4 elementos que sustentan y sustentaron su vida y su relación con Dios. La humanidad: “la única llave que abre todas las puertas”. La paciencia: “el que busca encuentra, dice el Señor, no se sabe cuando pero Él nunca falla”. La valentía: “lo que me ha hecho aprender a confiar y dar la cara por el que murió por mí”. El amor: “Después de tantos tumbos, por fin me encontré, y fue a través de la gracia de Dios”, explica.

Una etapa también que marcó a Jorge fue su entrada en el seminario. Cuando terminó el servicio militar acompañó a un amigo al seminario y al final el que se acabó quedando fue él. “En el seminario además de estudiar Teología, la estancia allí me hizo descubrir el hecho que cambiaría mi vida para siempre: La Resurrección de Jesús. Desde ahí lo he llevado a gala por todo el mundo y ahora más con ese regalo de película que me hizo Dios a través de Francisco Campos y que es una obra maestra para Gloria de Dios”, cuenta.

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