Testimonio Impactante: Disfrazó sus heridas con la Nueva Era y sanó con el perdón

Mar 4, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Montserrat no viene de cuna católica. Su padre es español y llegaron a México contaminados con una ideología contaminada en contra de la fe. Tenía repulsión contra la iglesia católica. Su madre era hija de una católica pero sin sacramentos. “Crecí sin sacramentos. Soy la tercera y mi padre tenía alcoholismo”, explica. Se llama Montserrat por un milagro de la Virgen. 

Su madre tuvo muchos problemas durante el embarazo. “Su madre le dijo  a la Virgen que si me salvaba me pondría por nombre Montserrat. Crecí con una devoción especial a la Virgen”, explica. Pero cuando tiene 7 años sus padres se divorcian. Esto le pega muy fuerte y comienza a padecer insomnio. Cuando se divorcian se van a la casa de su abuela. Le daba mucha paz sentarse con su abuela a rezar Padre Nuestro y Avemaría. Le ayuda mucho en este proceso. “Era una niña sin mucha dirección ni mucha moral católica”, explica. Se volvió la típica adolescente rebelde. 

Su novio de la preparatoria le pidió matrimonio. Al preguntar por los sacramentos recuerda que le trataron tan mal que dió la razón a su padre en su animadversión contra la iglesia católica. “Dios se valió de esa persona que me trató mal para no tener que casarme por la iglesia. 

Todo lo que se construye sin Dios se derrumba”, reconoce. Vivió una vida independiente, comenzó a trabajar con 13 años, tenía el chip de la típica mujer empoderada. Tenía la ilusión de tener un buen trabajo, ganar un buen sueldo antes de tener familia. Pero Dios se vale de muchas maneras. “Cuando no te dan la educación correcta de quién es verdaderamente Dios, te construyes un Dios a tu manera”, reconoce. 

“Tomé cosas de la Nueva Era, del budismo, pseudo religiones. No sabía que era tan malo. El yoga lo empecé a practicar en el gimnasio”. Así se adentra en el reiki, flores de Bach. La ansiedad iba creciendo en ella y la adicción al tabaco también. Ingresó en la carrera de Arquitectura. “Con el chico con el que estaba me entero que tiene una adicción a la pornografía. La terapeuta nos dijo que lo mejor era atendernos por separado”, comenta. 

Lo primero que le dijo la terapeuta fue que tenía que perdonar a su padre. Esto le quitaba mucho el sueño. Le bastó con mirarlo y ver cómo se encontraba para perdonarle. “Estaba enfermo, tenía cirrosis entre otras cosas. Dios se valió de esa manera para poder llegar a perdonarle”. Tiempo después les llamaron para comunicarles que se había suicidado. Reconoce que si eso hubiera ocurrido antes de haberle perdonado hubiera sido mucho más duro. 

¡No te pierdas el testimonio completo, te impresionará!

Puedes seguirla aquí: https://www.instagram.com/montsecastillo33?igsh=MTlvNmF1dTB4OXQybg==

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados