Testimonio Impactante: De vivir una profunda depresión al regalo del Santo Rosario

Mar 10, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Camilo Antonio Albarracín y es de Colombia. A la edad de tres años sus padres se separan y su madre se queda al cuidado de ellos. La parte de su juventud la vivió en la capital. Estaba en secundaria antes de la universidad y le dijo a un amigo que quería aprender a tocar la guitarra. “Vi unas cartas en la pared que decía: yo consagro mi vida, mi alma a Satanás”. Con tal de que le enseñaba a tocar la guitarra no le dio importancia. Le comentó que era un pacto con el diablo. Un día le dijo que pusiera las manos al frente y le dio marihuana sin ningún tipo de coste. “Me animó a que diera ese tipo de droga al resto de amigos gratis, y ya a la tercera vez se le cobra”, explica.

Le explicaba que iban a empezar por esa droga para terminar por otras más duras. En este momento se le venían las frases de su madre de que las drogas no eran buenas. Pero tuvo que ver cómo uno a uno de sus amigos empezaron a caer en las adicciones. Vivieron auténticos dramas familiares. “Entró algo en mi vida que se llama depresión. No sabía cómo manejar la situación. Me preguntaba cuál era el sentido de la vida”, sostiene. No veía sentido en el estudio, tener que estudiar para tener luego un trabajo ordinario. 

Sentía que en la sociedad en la que vivía era muy hipócrita. Veía a las personas que tenían ese interés de sacar provecho. Esto se juntaba a que el Señor no estaba presente en su vida, estaba presente en su vida la herida profunda de la separación de sus padres y se sumaba que le había dejado su novia de aquellos años. Quería dejar de vivir pero no veía la manera de hacerlo. 

“Compré una bolsa de pastillas, de medicamentos potentes con dos litros también fuerte. Me fui dónde mi amigo satánico y tomé todo esto. Fue terrible, me sentía muy mal. Pero tuve diez minutos de sobriedad que Dios me dio”, sostiene. En este pequeño momento miró al techo y le pidió a Dios perdón y que si existía que le salvara, que él empezaría a creer en Él. Se despertó desubicado y bien de salud. Además no se sentía triste ni nada. Fue el primer paso hacia la conversión. 

¡No te pierdas este impresionante testimonio!

Puedes conocer más sobre su apostolado aquí: https://facmis.com/

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados