Salimos de nuestros hogares y nos dirigimos a la parroquia, la Iglesia de la Sagrada Familia (Iglesia Católica), porque sé que estamos seguros y protegidos en las manos de mi Señor Jesucristo.

Estoy orando y ayunando en la Iglesia en este momento, y creo firmemente que es el momento adecuado para desarrollar y mejorar mi vocación en esta triste y dura condición, rezando el Rosario y asistiendo a la Santa Misa diaria y meditando con gran fe y que Dios nos rescatará de la guerra.

Rezo en la iglesia todos los días, y cada vez que oro escucho fuertes sonidos de cohetes bombardeando un lugar no lejos de la iglesia. Pero cuando abrazo mi fe, todo lo que me interrumpe desaparece.

Como dijo una vez el beato Carlo Acutis: “El cielo nos ha estado esperando desde siempre”.

Estamos esperando nuestra salvación con un gran corazón y siempre sabemos que la esperanza cristiana es la esperanza más fuerte que existe.

Nuestro Señor Jesús nos rescatará de estos días difíciles, y creemos que mientras estemos con Jesús con nuestro corazón, estaremos siempre en un lugar seguro y con seguridad duradera.