Dana tiene 20 años y es de la ciudad de Monterrey, (México); conoció a Dios de una manera muy particular como ahora nos contará. A su corta edad creció con sus padres y su hermana. La vida de fe siempre estuvo presente en su vida pero más a través de sus abuelos. Sus padres tenían muchos quehaceres diarios, ya que tenían que trabajar. 

Llegó a una edad, a los 8 años cuando sus padres les comunicaron que se tenían que mudar, bastante lejos. Ese proceso que fue bastante radical supuso un cambio en la familia, además de la dificultad del lenguaje. Comenzaron a acudir a un colegio católico e iba a misa. “Mientras escuchaba las lecturas pensaba que algún día yo aparecería ahí. Tenía ese anhelo de poder aparecer en la Biblia. Tenía la sensación de que algún día Jesús y yo íbamos a lograr algo grande juntos”, explica.

Su relación con sus padres no era buena y en un momento tuvo una fortísima discusión cuando la revelaron que su padre no era su padre biológico. “Cuando me entero de esto una de las bases se caen, se destruyen, desequilibró todo y fue en este momento cuando empecé a conocer a mi madre de verdad”.

Cuando estaba en octavo grado recuerda cómo le comentó Dana a sus padres que se sentía atraída por una chica. Un año después regresaron a Monterrey, cosa que a Dana le puso contenta. Estando en Monterrey y empezando la preparatoria conoció a una chica con la que empezó a salir. “Fue una revolución muy grande porque tiempo antes mi madre se había convertido. Fue un shock muy grande para ellos, tenían una especie de dolor, como si fuera una pérdida, sentían que habían fallado como padres”, explica. Fueron tres días en los que su madre dejó de hablarla. 

Fueron momentos muy complicados donde hubo un instante donde a Dana se le pasó por la cabeza quitarse la vida como forma de infringirle dolor a sus padres con ese acontecimiento. Un intento fallido en el que su madre se disgustó fuertemente. 

Su madre le dijo unas palabras que cambiaron su vida totalmente. “No tienes nada que perder. Ven conmigo a misa”. 

¡No te pierdas el impresionante testimonio de Dana, te emocionará!

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