Williams Sandoval tiene  42 años pero su conversión se remonta al año 1995 cuando era adolescente. En su familia no eran muy practicantes ni tenían mucha convicción. Además sufrieron embargos, y diferentes problemas que afrontan de la mano del Rosario. “Fue a través de esta situación que comenzamos a rezar el rosario. Lo rezamos contando con los dedos y eso lo hacíamos todas las noches”, recuerda.

Le invitan un día a un santuario que se llama Finca Betania. En 1976 la Virgen se le apareció y estas aparecieron fueron reconocidas por la Iglesia local. María Esperanza fue la vidente de estas apariciones pero más adelante estas apariciones empezaron a verlas también. “Al ser un nutrido grupo que dieron fe de este acontecimiento, eso dió lugar a que Monseñor Pío Bello vió el caso como un caso serio”, comenta. 

Y es que su conversión se fundamentó en este entorno. Un 25 de marzo de 1997, era el aniversario de las apariciones fue cuando acudió. “Lo acontecido ese día cambió mi vida. María Esperanza tenía carismas especiales y se acercó a mí rompiendo la cadena humana que la rodeaba en ese momento. María esperanza me dice que la Virgen le dijo que se valdría de mí para llevar su mensaje a muchas naciones y que vendría de un país lejano a visitarme”, recuerda. En ese momento Williams abrió los ojos y se dió cuenta que la señora María Esperanza se encontraba estática y se desplomó. 

“Fue un shock porque no conocía de estas cosas, ni tampoco las entendía”. Después de esto, tenía muchos interrogantes. Con el paso de los años cuando Williams tuvo más madurez, hoy agradece la forma en que se dió porque formó parte de su camino. “Así empecé a sentir la necesidad de la confesión, de acudir a misa. Todavía me conmuevo al recordar un día que llegó a mi casa un bulto postal, era la imagen de la Rosa Mística, una advocación de la Virgen que no era conocida en ese momento en Venezuela”. Después de que esta imagen llegó, se dió cuenta que tenía que llevar su mensaje a diferentes grupos. 

Posteriormente tuvo dos o tres encuentros más con la vidente María Esperanza. “En la medida de que se fueron enterando de su testimonio, le fueron invitando en diferentes países”. Así nace una fundación que se llama Rosa Mística. “Nos encargamos de rezar por los sacerdotes, por las vocaciones y por los hogares. Traté de contagiar a todos mis círculos de amistades, así ellos mismos fueron creando filiales para seguir rezando los unos por los otros”, explica. ¿Quieres conocer cómo termina esta preciosa historia? ¡No te lo pierdas!

Puedes seguir su trabajo de evangelización en redes sociales aquí: https://www.instagram.com/williams.sandoval1/?hl=es

Su canal de youtube: https://youtube.com/@williamsandovaltesta99