Alcides Mejías es de Bolivia y en este momento vive en Miami. Esta aventura comienza desde que nació. Nace en una familia católica dónde recibió su bautismo y su Primera Comunión. Desafortunadamente sus padres se desviaron. Así empezaron a buscar a Dios en otras cosas. Lo que sucedió es que terminaron buscando a Dios en la Nueva Era. “Éramos católicos pero no practicamos. Acabamos cayendo en el dios dinero y en el éxito”, comenta. 

Su madre siempre quiso ayudar a la gente y por ese motivo inició su camino con el yoga y otras disciplinas aunque de forma equivocada. “Nunca tuve un entendimiento de lo que era la Eucaristía”. De esta forma, emigraron a Miami y en este momento conoció a su esposa en unión libre. Ahora, como padre de tres hijos,  entiende la belleza de los sacramentos y especialmente el sacramento del matrimonio. 

Inician ese camino en la Nueva Era con cuarzos, lectura del futuro con gente que se dedicaba a esto, y buscaban este falso camino junto a la que hoy es su mujer. “A pesar de esto, nuestro padre amado nos perdona porque él siempre espera que regresemos”. Y es que en esas acciones Alcides reconoce que abrieron la ventana a que se metiera el mal. “Llegamos a tener un negocio muy próspero. Dios nos bendijo con hijos. Teniendo todo lo que el mundo espera de nosotros, el éxito, a pesar de esto, estábamos vacíos”.  “Debido a este vacío, empezamos a cuestionarnos todo. Y es que vivimos en una sociedad de beneficio inmediato, no de sacrificio”. 

Con la familia perfecta en su vida en cuanto llegó una crisis en la pareja, Alcides quería huir de la relación. “Ella me dijo que no quería divorciarse y que cuando sus hijas fueran mayores le preguntarían por esta rendición”. Se marcha del hogar y regresa a casa de su madre. Era imposible conciliar el sueño porque se preguntaba que se encontraba dejando a su familia abandonada. Fue a más seminarios de crecimiento personal y en un seminario preguntó a uno de los ponentes sobre la crisis de vida. La persona sólo le aconsejaba que siguiera comprando sus libros y tomando más formaciones. 

“Empecé a tener un encontronazo con ese estilo de vida que llevaba practicando tantos años. Cuando me di cuenta que estaba perdiendo a mi familia, el Señor me dió el regalo más bonito y es que mi mujer Ivonne me dió una segunda oportunidad”, reconoce. Hubo también consejos de gente que le decía que se tranquilizara por ese posible divorcio que se venía pero él no se convencía de esa decisión. “Por eso, hay que ser selectivo de amigos que compartan la fe. Hubo otros amigos que me sentaron y me dijeron lo que debía hacer de verdad”. Así se sembró una semilla, que por supuesto germinó. 

¡Conoce la historia completa, te impresionará! Puedes seguir a Alcides aquí: https://www.instagram.com/alcidesmejiajr/?hl=es