Marcos es un joven de un pueblo de Valencia y es estudiante de Medicina de cuatro curso. Tuvo su conversión hace dos años. No ha sido creyente en ningún momento. En su familia nunca había vivido la fe. En Bachiller si estudió en un colegio católico. “Sus padres decidieron que si quería recibir los sacramentos que los recibiera por voluntad propia”. Hace dos años una amiga suya de la universidad siempre le invitaba a una hora santa de Hakuna, que era momentos de adoración. “Como no era una persona creyente, le comentaba que no me apetecía ir, le decía que yo no creía en esas cosas. No estaba cerrado al cien por cien a que Dios existiera”, comenta. No tenía mucho interés en acudir.

Un día estando comiendo y estudiando con ella le vuelve a insistir si la quería acompañar. “Dios estaba haciendo fuerza para meterse dentro de mí. Ese día decidí acompañarla, pero me iba diciendo que dónde me había metido”, comenta. Su amiga le dijo que la mejor manera de vivir ese momento era colocándose en primera fila. Así,  da comienzo la hora santa. “Pensaba que a ver si acaba pronto”. Cuando terminó la hora santa se dió cuenta que algo había cambiado en él. Ella y otra compañera de clase le preguntaron que si era la primera vez que iba. Estaba en shock en ese momento. “Fui con desgana y me fui teniendo un encuentro con Dios que no me esperaba. A partir de ese día me di cuenta que eso iba a ser un antes y un después en mi vida”, sostiene. 

De alguna manera, el Señor le quiso llamar a través de su amiga, quería que le abriera las puertas de su casa para colarse dentro de él y llenarlo por completo. No sabía cómo explicarle esto a sus padres. Cómo le explicaba a sus padres que ya no era el mismo Marcos que antes.  “A partir de ese momento me dediqué a ir a iglesias, me dí cuenta que eso me hacía más feliz que nada en el mundo. Cada vez que iba a una parroquia y una capilla me sentía querido y abrazado. Me di cuenta que ese abrazo era real”,  explica. En ese camino que había iniciado ya no dejó de ir a ninguna hora santa. Lo único que le importaba era estar con Dios. “Había estado anhelando algo que me saciara de verdad y el único que ha logrado saciarme ha sido él”. Todo lo demás pasó a segundo plano para Marcos. Para su familia y amigos fue un impactó muy grande. 

Hace poco, Marcos decide acudir a la parroquia de su pueblo para hacerle una consulta. “Le comenta que quería iniciar el proceso para tomar los sacramentos de iniciación cristiana. Yo no quería recibir los sacramentos tal cual, cuando yo me dí cuenta que estaba preparado es cuando comencé”. Así, comienza el camino de Marcos de formación recibiendo catequesis. “Hace unos meses le anunciaron que ya podía recibir los sacramentos. El 8 de abril en la Vigilia Pascual recibirá los sacramentos.

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