Testimonio de conversión: Del juicio y la angustia a formar una familia numerosa

Jul 9, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Jacob tiene 42 años y es de Barcelona, está casado y tiene 8 hijos. Espera el noveno hijo que llegará este mismo año. Nació en una familia cristiana, es el segundo de nueve hermanos. Sus padres pertenecen al Camino Neocatecumenal, empezaron a vivir la fe en esta comunidad. Nació en esta familia de tanta fe. Le transmitieron el valor de fe ya desde pequeño. Tenía una relación con Dios como la que puede tener un niño. “Desde pequeño se me había inculcado que Dios era bueno y mi padre. 

Tenía un combate importante porque vivía bastante solo al estar rodeado de niñas. No tenía un hermano varón con el que jugar. Aunque parezca una  tontería, a mí me marcó”, comenta. Su padre trabajaba y reconoce que era bastante exigente. Al ser una familia numerosa no gozaban de grandes comodidades. Estas cosas de alguna manera le marcaron y sentía que este Dios había sido de alguna manera injusto con él. Entonces comenzó una etapa de pensar en sí mismo y de buscar su propia justicia. “Lo vivía de una manera bastante interiorizada, lo sufría un poco en soledad. El Señor tuvo paciencia conmigo”. En el colegio sabían que provenía de una familia católica y muchos compañeros del colegio hacían comentarios que a Jacob no le gustaba. 

“Cuando se metían con la iglesia, no la defendía. En ese momento pertenecer a la iglesia no era positivo”. En esta forma de ser que tenía, llevaba varios tipos de vida, en el colegio actuaba de una manera y en su familia de otra. Vivía un poco así. Llegó la edad de 14 años y sus padres le invitaron a unas catequesis de iniciación al Camino Neocatecumenal. 

Al principio iba a la parroquia con la idea de salir del ambiente que vivía en el colegio pero sin ninguna intención de ir más allá en la fe. “Esta inercia de ir de alguna forma me salvó de esos años de la adolescencia y de las amistades de esos años”, reconoce. Gracias al apoyo de esta comunidad, se podía apoyar de manera afectiva en estos años que siempre son más complejos para un joven. “Estos años los viví en combate contra todo, contra mí mismo. Además la relación con mi padre no ayudaba”. 

Empezó a caminar en la fe y observaba el ejemplo de sus padres de que ante situaciones complicadas habían optado por un camino. Jacob quería hacer la voluntad del Señor acordándose de los momentos de sufrimiento de sus padres y cómo los afrontan. “Había una voz que me decía que aquí estaba la verdad. Después de una peregrinación que hicimos a Israel me empezó a gustar una chica de la parroquia. Empezamos a salir como novios”. Esta relación le ayudó mucho a conocerse a sí mismo. 

“Me había convertido en un Dios de mí mismo. Y todo alrededor tenía que ser como yo quisiera. Es difícil porque no siempre todo sale como uno quiere. Mi novia tampoco era como yo quería. En esta comunidad comprendí que yo no era Dios sino un pobre pecador soberbio y orgulloso”. Era una persona que estaba permanentemente juzgando al otro. 

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