Julius Cardoza. El 11 de marzo del 2018 iba en un taxi al aeropuerto para ir a Medjugorje, en este camino no dejaba de preguntarse qué hacía aquí. Cómo iba a ir a un santuario si no sabía rezar, ni nada. Pero a esta historia volveremos después. 

Julius nació en Londres en una casa llena de amor. Su padre tenía 17 años más que su madre. Tuvo una juventud muy feliz y una educación muy buena en Londres. Además acudían a misa los domingos y era monaguillo. Acudieron a peregrinaciones a Fátima y Lourdes pero apenas tiene recuerdos porque era pequeño. También tuvieron la oportunidad de viajar a Garabandal. De este viaje si tiene recuerdo. “Tuve una experiencia muy fuerte del Espíritu Santo y lo sé porque ese tema volvió años después”, explica.

Reconoce que no tenía fundamentos en la fe. Así, en cuanto comenzó la universidad dejó de ir a misa. Tuvo la suerte de entrar en un prestigioso banco británico a trabajar. Esto a él le vino muy bien porque siempre tuvo esa idea de viajar como su padre, quería emular su estilo de vida exótico. 

El primer destino de este viaje de trabajo fue Madrid. Pudo aprender el idioma saliendo y socializando. “Me enamoré de España y tenía claro que iba a pasar la jubilación aquí”.Tuvo la oportunidad de viajar y vivir en diferentes países y ciudades, algo que enriqueció mucho la vida de Julius. Dejó el banco en 2016 porque su mujer contrajo cáncer. En el año 2016 decidió dejar el banco para empezar a dedicarse al coaching para lo que se había ya formado en el banco. Llegó a España para recuperarse de una vida intensa y para abrirse a otras realidades. 

En ese momento no iba a misa desde los 18 años que lo dejó. Un día acudió a una cena en la que estaba su amiga Macarena. Fue ella la que le habló de Medjugorje. “Había un tema fuerte que quería investigar”, comenta. En octubre del 2017 su amiga le vuelve a insistir en acudir a una peregrinación. No sabe por qué pero esta vez le contestó que sí. 

Su mujer le dió el aviso que no quería que regresara del viaje católico periodo. Su madre estaba encantada de que viajara hasta allí. Y así se encontró en el taxi, en ese taxi dónde comienza esta historia. “Como no estaba formado. Lo primero que hice fue descargarme un libro sobre el tema. En el aeropuerto vi a los peregrinos con sacerdotes pero no les hice caso. Me puse a leer el Financial Times”, sostiene. 

Ya en el avión decidió abrir aquel libro sobre Medjugorje, empezó a leer y…

¡No te pierdas este precioso testimonio y descubre cómo termina esta historia!

Puedes seguir sus peregrinaciones y retiros aquí: https://youtube.com/@faithandfood?si=Pqd8hbPpgY_FZG7L