Testimonio de conversión: Del esoterismo y nueva era a vivir el amor de Dios en un retiro de Effetá

Mar 24, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Lorenzo Ovalle es de Bogotá, (Colombia). Su padre nació en España y sus padres siempre fueron muy católicos. Hijo único, siempre ha sido una familia unida y muy devota, hasta sus abuelos, personas de mucha fe. Lorenzo fue creciendo y le fueron explicando qué significaba esta locura de amar a Dios y a la Virgen. Su padre era piloto y cuando se mudaron de la capital pudo tener grandes amistades y  vivir ese sentimiento de fe desde el colegio. “La Virgen de Fátima siempre jugó un papel muy importante y me guió en la vida, sino hubiera estado muy perdido”, cuenta.

Todo iba bien hasta que de repente sus amigos le dieron de lado, a eso se sumaba que su padre por el trabajo no estaba tan presente. En ese lugar además no tenían más familia. Sentía soledad. “Este tiempo que tenía tanto tiempo libre me hizo profundizar en la oración en mi cuarto. Según mi madre decía que me pasaba horas”, explica. Pudo experimentar que empezaba a sentirse triste, con depresión. 

Quería de alguna forma volver a Bogotá. Llegó el momento del regreso. Allí la cultura era distinta a donde estaba antes en Barranquilla. La relación con Dios, era una relación por necesidad, cuando necesitaba algo urgente acudía a él. Ya con 16 años entró en un colegio también católico, les enseñaban muchas cosas de Dios y les preparaban para realizar la Confirmación. Estando en el colegio Santiago comienza a salir de fiesta, con chicas y la invitación a ir a misa era más bien una obligación para agradar a su madre y que luego pudiera salir. “El alcohol empezó a ser parte de los fines de semana y el salir. Siento que todos los jóvenes pasamos por esa etapa donde el alcohol forma parte de esa vida social”, sostiene. Una falta de control que hacía que los días siguientes fueran un arrepentimiento contínuo.  “Hubo un día que quise poner punto y final al alcohol. Siento que mis padres estaban intercediendo para que yo lo frenara”, cuenta.

En esta época no tenía ningún tipo de relación con Dios y tampoco la buscaba. El inicio de regresar a Dios fue al entrar en una asociación que enseñaba a encontrar ese camino de la fe a personas con pocos recursos. Lorenzo limitaba su experiencia de Dios al verano con este tipo de actividades con la asociación. Una amiga de Lorenzo le comenta un día que había vuelto de un retiro que le había cambiado su vida y había encontrado el amor de Dios de una manera distinta. A Lorenzo no le interesaba nada de esto. 

Comienza la universidad y conoce a una chica con la que empieza a salir. Ella decía tener un don para la sanación. “Me enseñó como lo hacía, tenía sesiones de sanación gente y cobraba por ello. Tenía todo que ver con esoterismo y nueva era”, cuenta. Empezó a creérselo y también utilizaba péndulos y cuarzo haciendo caso de lo que ella decía. “Llegué a invitar a mis padres para enseñarles lo que estaba aprendiendo”, resalta. La Nueva Era en este momento estaba comenzando en Colombia. La relación se estaba deteriorando y experimentó ansiedad por estar mal con su novia. Su amiga, vuelve a llamarle a la puerta para que la acompañara al retiro llamado Effetá. “Tuve el acompañamiento de un adulto en ese retiro”, expresa.

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Puedes seguir la cuenta de Lorenzo aquí: https://www.instagram.com/lorenzooh79/?hl=es

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