Testimonio de conversión: De sufrir abusos y prostitución a ofrecer su corazón a Jesús

Abr 4, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Carlos Catari pasó abusos en la infancia, tuvo acusaciones por parte de su padre porque era afeminado, pasó muchas dificultades en su vida y quiere ser ejemplo con su propia historia. Su padre cuando era niño le rechazaba y su madre era muy rigurosa con él. “Fuí abusado sexualmente por varios años por hombres, durante varios años seguidos”, cuenta. En su familia no se dio cuenta de lo que pasaba porque para él era como un juego. Fue a los doce años cuando se dio cuenta que lo que le ocurrió fue grave. En este momento sus padres se separaron; su hijo acompañó a su padre para un cambio de aceite y un señor le dijo: Este es tu hijo que tiene cara de marica. Su padre le pidió que contestara y Carlos no dijo nada. En realidad esperaba que su padre le defendiera. 

Esto hizo que Carlos se revelara contra su padre, era una forma de reaccionar a su padre. “Empecé a estar adicto a la pornografía homosexual”, explica. Entrenó su mirada a la fuerza a conocer cuando un hombre quería tener una relación sexual con alguien. A los quince años empezó a prostituirse, cobraba por tener sexo con hombres. Sin embargo, a los 16 años comienza a contar en casa lo que él había pasado. Se lo confesó a su hermana y le reconoció su homosexualidad. Su hermana le confesó que la persona que abusó de él antes lo había intentado con ella. “Mi madre me dijo, ¿y si tu nunca hubieras sido abusado sexualmente, serías homosexual?”, fue una pregunta de la que empezó a buscar respuesta. Al poco tiempo su madre le buscó una psicóloga para que le ayudara por la experiencia de abuso que tuvo. 

En este momento empezó en Carlos una lucha titánica por cambiar lo que sentía. La psicóloga le aconsejó que se tomara un año sabático en cuanto a las relaciones. Carlos no quería tener más relaciones con hombres. Mientras más se restringía, más le gustaban los hombres. “Me forcé a estar con mujeres y vivía una gran agonía. Toda esta adicción al sexo me llevó a pensamientos suicidas de manera más reincidentes. Yo en este momento era ateo”, cuenta. Creía en la ciencia y en la teoría de la evolución y Dios no tenía ningún significado para él. 

Un día fue al cine de la Pasión de Cristo. En ese momento no le decía nada el ir a verlo. La persona que le vendió las entradas le preguntó si eran cristianos y él no sabía qué significaba ser cristiano. “Al ver la película comprendí que Jesús había dado la vida por mí porque él me quería dar una nueva oportunidad. Al salir quería contarle a todo el mundo que tenían que ver esa película”.

Una vecina que tenía le explicó que todo lo que ocurría en la película era cierto. Con esta mujer empezó a empaparse de la biblia, de la palabra. “Fue a través de la palabra cómo empecé a creer. Quería saber más de todo lo que él había hecho por mí”. Su vida fue transformada pero cayó en una iglesia de corte como bien explica Carlos de corte “legalista”. “Es como si me dijeran de repente todo lo que tenía qué hacer. Todas estas leyes sobre lo que  no tenía que hacer me despertó el hacer lo contrario y el pecado tomó más fuerza que nunca”, sostiene. Seguía yendo a la iglesia, pero mientras tanto llevaba una doble vida porque seguía teniendo una vida sexual desordenada. “Cualquier deseo que yo sentía era mío. No lograba hacer las paces entre lo que sentía y la palabra”. 

En estos momentos su hermana fallece joven, y toda esta fe que había ganado se fue perdiendo. Se reveló contra Dios y comenzó a hacer todo lo que el deseo le pedía. “En este tiempo conocí a un chico. Había vivido lo mismo que yo y queríamos de alguna forma salir de esto juntos. Esta relación duró siete años. Sabía que la Biblia era la verdad”. A los siete años de relación, se van a Canadá y es en este país donde empieza a sufrir depresión y de nuevo los pensamientos suicidas. Había buscado ayuda pero nada parecía ayudarle. 

Decide viajar a Perú y es allí cuando tiene ese deseo de tirarse desde un edificio muy alto. Quería pedirle perdón a Dios de sus pecados mientras se tiraba. En Perú conoció a una pareja que tenían una relación con Dios muy íntima. No evangelizaban pero con su forma de ser que sembró en Carlos un gran deseo de nuevo por estar de nuevo al lado del Señor. 

¿Quieres conocer cómo termina esta impresionante historia? ¡No te la pierdas, te sorprenderá!

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