Luis Lisboa es de Uruguay y viene a contarnos cómo fue su llegada al catolicismo después de un largo camino. Fue criado como cristiano desde su infancia, fue bautizado en una iglesia católica porque sus padres eran católicos. Al pasar los años cuando todavía era niño conocieron el evangelicalismo y migraron a la iglesia penetcostal. “Desconocían mucho la doctrina católica, esto tuvo peso para que mis padres terminaran por vincularse a esta iglesia”, explica. Luis, de pequeño, no conocía realmente las diferencias que había entre una iglesia y otra. 

“Me empecé a formar en la iglesia evangélica, estas iglesias suelen tener escuelas dominicales, mientras los padres están en el cuulto del domingo, los niños están aprendiendo sobre la biblia aparte”, cuenta. Fue creciendo y empezó a cuestionarse la existencia de Dios. Tuvo un conflicto con la fe, quería entender sobre la existencia de Dios y sobre la posibilidad de que Dios no existiera y que fuera una construcción humana a lo largo de la historia. 

“Este proceso me fue confirmando en la fe cristiana”, asegura. A los 16 años se le despertó una vocación misionera, a los 18 años ya era un misionero activo y viajó a muchos países. “Esto me hizo adquirir una linda experiencia, no lo puedo negar. Lo guardo en mi corazón. Me hizo tener una mirada abierta, poniéndome en en lugar del otro”, sostiene. Esta etapa después le ayudaría a entender el catolicismo. En Latinoamérica el evangélico ve al católico como no cristiano, siempre se veía al católico con hostilidad. Su vida misionera le hizo abrirse, antes de juzgar poder entender la mentalidad del que tiene delante. 

Después fue diácono y presbítero de esta iglesia. Se formó en teología e hizo un doctorado. El tiempo pasa y Luis ya no es ese joven, ya ejerce una función dentro de esa iglesia protestante y da formación teológica a las personas. Así va pasando su vida dentro del mundo evangélico. ¿Cómo es que una persona que toda su vida ha estado en el mundo evangélico hace esa transición a la iglesia católica? La respuesta es que Luis siempre fue un joven que tenía esa intención de demostrar esa existencia de Dios. “Si hubiera un Dios yo quiero tener una firmeza sobre lo que creo, era algo muy importante para mí”, resalta. 

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