Testimonio de conversión de María Pía : Feminidad, virtudes y personalidad

Ago 27, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

María Pía viene a contarnos su testimonio de fe y conversión. Su historia trata de una historia común, ordinaria pero como bien explica, con unas pinceladas muy sutiles. “Esperaba una gran señal. María Pía vive en Río de Janeiro y es madre de dos hijos. Se encarga de ayudar a mujeres a encontrar esa feminidad auténtica. Cuando mira atrás de su vida se pregunta cómo pasó tanto tiempo viviendo en pecado mortal y más alejada del Señor. Nacida en Lima, recuerda de niña en un barrio típico limeño. “De pequeña al mirar la imagen de Jesús reconocía el camino y lo miraba con cariño”. 

Vivían en casa de su abuela en una familia muy unida. Recuerda en la época de Navidad cómo le gustaba mirar el nacimiento. Se quedaba observando a María, a San José, le gustaba cuando comenzaba la Semana Santa y todas las tradiciones que se celebraban. Entendía que estas épocas eran importantes. Sale de su primera infancia con ese fuego en su corazón intacto gracias a todo este ambiente. Así, tiene el deseo de querer saber más, asistía a retiros, participaba en el coro del colegio.

 De los 6 a 8 lograba saciar esas ganas de saber más de la fe. “Me sentía verdaderamente feliz. Me acuerdo cuando hice la Primera Comunión, entendía perfectamente que íbamos a recibir el cuerpo de Cristo”, explica. Al ir los domingos a misa, cuando salían de la Eucaristía no hablaban de la palabra, del evangelio, marchaban a comer por ahí pero esa formación no continuaba. Sentía que la fe se vivía en ese ámbito, al salir de la iglesia todo seguía como siempre. Con este conocimiento llega a su adolescencia y lo primero que recuerda es que su madre tenía un libro que se llamaba La Causa de los Adolescentes, le hacía gracia en aquel momento. 

“Fue en la etapa en la que yo decidí actuar contra mi conciencia. Es época de fiestas. Realmente me creí eso. Pero como adolescente me sentía como en una sala de espera, quería que pasara esa etapa para ya madurar”, sostiene. Entendía que esa era la manera en la que se tenía que vivir ese momento. Las salidas, la fiesta, el alcohol, drogas, era lo que se veía en esos años. 

Sale de su adolescencia como una llama encendida pero con la conciencia muy ablandada. Así entra en la universidad. En esos dos primeros años de la universidad todo eran fiestas. Tenía cierta angustia y sensación de soledad si no entraba en las mejores discotecas. “Había una superficialidad y vanidad. Pensaba, ¿acaso no hay otra manera de divertirse? porque era la única forma que tenía de pasarlo bien”, sostiene. 

Puedes seguir su misión y formación aquí: https://www.instagram.com/velodevainilla/?hl=es

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