Yamali Alfaro es de Perú y tiene una página web que se llama Jesús Restore Me. La razón del nombre de esta página es lo que Dios ha hecho en su propia vida. “Cuando hablamos de restauración, hablamos de que Dios sana lo que está roto, Dios sana nuestra vida rota, vacía y la empieza a reconstruir, la empieza a dar forma”, explica. Creció en un hogar católico, algo que considera muy positivo ya que desde pequeña tenía conciencia de la existencia de Dios padre y de la Trinidad. Esto conlleva en Yamali un temor por parte de este Dios pero también un deseo de poder estar cerca de Él. 

Su niñez fue una niñez consolidada, tuvo una familia muy unida, con unos padres que la querían mucho. Todo empezó a ser un problema en la adolescencia, cuando el entorno la forzaba a tener que ser como los demás. Así, sin darse cuenta fue perdiendo su identidad. “Esto conlleva que empecé a tener muchas dudas en mi mente sobre la existencia de Dios. Pasé mucho Bullying en el colegio y eso afectó mucho mi manera de verme”, reconoce.

Al salir del colegio y entrar en la universidad la bomba explotó. “No tenía una relación con Dios, no sabía si él estaba ahí”. Todas las cosas que cargaba consigo misma, todos los resentimientos con sus amigos, todas esas escenas que ella recordaba como dolorosas en su pasado, como un episodio traumático que vivió de abuso, resurgió. Era una carga mental que no sabía dónde dejarla y con quién compartirla. 

Tenía una actitud de amargamiento con todos los que la rodeaban. “Era una persona en ese momento que odiaba la vida, odiaba el hecho de estar en la tierra. No entendí mi propósito, estaba perdida”. Muchas personas se sienten en esa pérdida porque no pueden explicar con coherencia todo lo que les está sucediendo en ese momento vital. Y las dudas de fe se acrecientan en las crisis, la pregunta de por qué Dios está permitiendo que esto la esté pasando. Esto se juntaba con que Yamali pasó de vivir en un pueblo a una ciudad con mucho movimiento, costumbres distintas. “Cuando me mudé me chocó porque las personas y los divertimentos eran diferentes. Era abrumador”. En ese tramo de entrar en la juventud se alejó de Dios. “Durante este tiempo tuve muchas heridas, heridas de Bullying, heridas de acoso sexual, heridas de personas que jugaban con tus sentimientos. Todo esto fue pasando factura en mi vida”.

Cuando entró en la universidad, entró en un caos psicológico en el que ya no sabía qué hacer con su vida. “Empecé a cargarme mucho físicamente, tanto por la memoria como por los estudios. Caí mal, tuve una enfermedad que fue la narcolepsia que desencadenó en epilepsia. Esto me generaba lagunas mentales, no me acordaba dónde estaban las cosas”.

¡No te pierdas este impresionante testimonio de conversión! Puedes seguir el apostolado de Yamali aquí: http://jesusrestoreme.com/

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