Testimonio de conversión: De las adicciones y pornografía a saberse amada por Dios

Mar 18, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Catalina Navarro Roldán nació y vive en Bogotá (Colombia). Hoy viene a contarnos su historia de amor con Dios que comenzó antes de que ella naciera. A sus padres les dijeron que era complicado que su madre quedara embarazada, pero puso su sueño de ser madre en manos de Dios. “En ese momento me convertí en la consentida porque fui muy deseada”, resalta. Siempre estaba en la mirada de las personas, todo el mundo estaba pendiente de ella. Eso le hizo que se encontrara en su zona de confort, cómoda, a gusto, y ese espacio que disfrutaba en casa pensaba que fuera el mundo era igual. 

Así cuando empieza a convivir en el colegio y con otras personas con esta idea de que si la gente no hacía lo que quería, se enfadaba. “Esto causó heridas de rechazo en mí y de abandono por personas que de alguna manera no estaban felices con mi forma de ser”, reconoce. Esto desencadenó vicios en su vida. “Comenzó el porno en mi vida, comencé a masturbarme y a tener muchas adicciones en el ámbito sexual, desordenadas”, explica.

También le ocurrió con el alcohol y con el tabaco. Cada vez que se encontraba ansiosa, estresada o angustiada acudía y consumía alguno de sus vicios. “Eso lo único que hacía es seguir abriendo el hueco que había en mi corazón por esas heridas de abandono y rechazo que había vivido”.  Estas heridas también hicieron que se sintiera carente de amor, sentía que nada le llenaba y que lo buscara en relaciones pasajeras, en cosas superfluas que le daban satisfacción en ese instante pero que después sin ser consciente seguiría abriendo más esa herida. 

En el año 2015 tiene un llamado grande de Dios dónde le lleva a un retiro de jóvenes que se llama Effetá. “En este retiro vivo literalmente lo que es ser amada por Dios. No sólo me sentí amada por Dios, sino que me supe amada por Él”, sostiene. Ese vacío que tenía se había llenado. Salió decidida a superar sus adicciones y su tendencia al pecado para poder volverse cada vez más feliz. Así comenzó su llamado a la fe. 

¡No te pierdas este precioso e impactante testimonio!

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