Testimonio de conversión: De la depresión a la llamada a la vida contemplativa

Ene 25, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

María Camila Durán tiene 30 años y se considera una hija amada de Dios. Es profesional del marketing pero hace dos años tuvo la llamada a la vocación monástica. Se abrió a conocer el llamado que el Señor le tenía preparado. Al principio la llamada fue a la vida religiosa para después acceder a la vida monástica como carmelita. 

Viene de una familia de padres separados. Esa ausencia de padre claro que la dejó marcada. María Camila además sufrió maltrato físico, psicológico y abuso. Este tema le derivó en tener pensamientos suicidas. Más adelante realmente se hace consciente de este tipo de abusos. Esto le generó una serie de desórdenes. “Tenía una gran sed de Dios en realidad cuando comienzo a tener cuestionamientos”. 

En esos momentos no era consciente de todo lo que le estaba sucediendo. Crece desde pequeña en una iglesia protestante. “Tuve experiencias muy fuertes con Dios. Le hacía a mi madre preguntas muy existenciales”, recuerda. Pasan los años y se empieza a manifestar en María Camila una rebeldía con su madre, profesores. 

Era una época de mucho sufrimiento. No era consciente de que había sido una niña abusada ni que esa ausencia de padre podía llevar tantas complicaciones. “Tenía ataques de histeria y pasó por una depresión”. Así a los 14 años tiene una ruptura grande con Dios. Le recriminaba que si de verdad existiera no le haría pasar por ese sufrimiento. Un día un padre benedictino le dice que no podía ser tan pretenciosa de alejarse de esa manera de Dios. 

Se gradúa del colegio, comienza la universidad pero el sinsentido continuaba. Comienza su primera relación de noviazgo queriendo llenar esa falta de figura paterna. Su novio era todo para ella. A partir de esa relación se manifiesta en su vida una dependencia muy grande. Necesitaba sentirse comprometida con alguien, que le interesaba a alguien. Por todo lo que había vivido en su infancia sentía que no era una persona amada. En esta relación sufrió mucho porque tenía un corazón herido. Esta relación duró seis años. 

¡No te pierdas este bello testimonio de conversión y vocación!

Puedes seguir a María Camila aquí: https://www.instagram.com/mariacaduran?igsh=MWVxdGU5d2FzZjdwMA==

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados