Testimonio de conversión: De joven herido y soberbio a vivir un Pentecostés en un retiro

Feb 9, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Oswaldo López es un joven de 32 años que considera que todos tenemos un testimonio porque todos tenemos algo a lo que “Dios se agarra y permite lo que nos ocurre por una razón muy importante: nuestra salvación”, explica. Pero, ¿cómo es que a través de algo malo como es el sufrimiento, el dolor, nos vamos a poder acercar más a Dios y encaminarnos a nuestra salvación? 

La historia de Oswaldo comienza con su familia. Y es que es el mayor de tres hermanos de Guadalajara, Jalisco (México). Su vida era normal, siempre le gustó el fútbol. Recuerda cómo su madre antes de tenerle a él, tuvo un legrado, un aborto y a partir de ahí los médicos le dijeron que no podía tener hijos hasta que por fin encontraron a un buen ginecólogo y nació Oswaldo. “Mi madre tenía heridas y el miedo de volver a pasar por lo mismo”, sostiene. Desde ahí, Oswaldo ya venía cargando con la herida del miedo porque como bien explica en su historia es lo que una madre siente y transmite a su bebé. 

Fue creciendo y al ser el mayor estuvo muy sobreprotegido. “No me esforzaba por nada, siempre fui feliz, nunca hubo problemas económicos ni de salud. Tuve una infancia feliz a pesar de ser introvertido y tímido”, explica. Recuerda que desde pequeño ya empezó a sufrir burlas, críticas por su forma de ser, por su altura y por su afición al fútbol. Así fue creciendo. Su inseguridad se iba desarrollando cada vez más y el sentir que no encajaba con los demás. Siempre fue muy apasionado y sentía que no le ayudaban a canalizar sus emociones. En ese momento el propio Oswaldo no era consciente de todas estas cuestiones. 

En su adolescencia se rompe toda la burbuja de inocencia. A los 11 años tuvo un cambio radical de vida. A su padre le enviaron por trabajo a otra ciudad. Este evento le marcó mucho la vida. “Era un niño inocente para la edad que tenía y cuando me fui a esta ciudad me dí cuenta que los jóvenes estaban muy adelantados”, sostiene. 

Desde niño recuerda que siempre quiso ser futbolista. Conforme fue creciendo ese sueño se fue haciendo cada vez más grande. “Mi madre quería que estudiara y no me dedicara al fútbol. Empecé a retar a mi madre y a ser rebelde” , explica. En la nueva escuela las burlas continuaban y no sabía cómo defenderse. Esa rabia contenida la arrojaba a casa con sus padres. 

“El mismo esfuerzo hizo que comenzara mi travesía con el fútbol y que me marchara de casa; era lo que quería, irme de casa”, explica. La sorpresa que se llevó es que se tenía que enfrentar problemáticas solo. 

¡No te pierdas el testimonio completo, te impresionará!

Puedes seguir a Oswaldo y a su proyecto Me Fracture aquí: https://www.instagram.com/mefracture/?hl=es

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados