El 15 de agosto de 2012 me convierto en el Vaticano, en Roma mientras estaba de crucero con mis hijas pequeñas. Doy gracias a Dios por traerme ese día de vuelta a la Iglesia, y a san Juan Pablo II por no parar de buscarme hasta que me llevó a la Iglesia.
Testimonio de conversión: Del ateísmo y lo mundano a vivir un descanso en el espíritu
Wilson Tamayo viene a contarnos su testimonio y comienza preguntando: ¿Cuáles fueron sus cuatro de la tarde?...
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