Allan Gómez es de Costa Rica y viene a contarnos su testimonio. Tiene 30 años y lleva cinco años casado. Actualmente está estudiando Teología y se considera un católico por convicción pero no siempre fue así. A pesar de ser bautizado por la iglesia católica y haber hecho la Primera Comunión, a partir de ahí se fue desvinculando. “Llegó a mi Primera Comunión pero no entendía por qué iba a tomar la comunión del Cuerpo y la Carne de Cristo”. Así se fue a otras realidades de religiones que les enseñaba ese sentimiento anticatólico.

Llega a esas comunidades no católicas y experimentó ese anhelo por las Sagradas Escrituras que a él le gustaba mucho. Recuerda cómo un día la abuela le dijo a su madre que su hijo tenía que acudir a algún lado para no perderse en este mundo. Así comenzó a ir a una iglesia evangélica neopentecostal.  “Llegué con un amigo y vi una iglesia muy sencilla. En una de esas reuniones el que preside nos enseña el evangelio. Fue una exposición simple y el mensaje era que Cristo sufrió”, explica. Esto que estaba escuchando nunca se lo habían explicado antes. Desde ese entonces la vida de Allan dió un giro de 180 grados y comenzó a ver la vida desde la mirada de Cristo. De esta forma se enamora de la Biblia. 

“Empezaba a tocar la guitarra eléctrica y comienzo en un grupo de jóvenes tocando y alabando. A pesar de esto mi sentimiento anticatólico aumentaba ya que en estas comunidades se fomentaba. Recuerdo que había pasajes bíblicos que yo sabía que utilizaban los católicos pero al final terminaba leyendo a algún teólogo protestante”. Estuvo cuatro años en esta comunidad neopentecostal pero aquí no se profundiza en la Biblia y en este sentido Allan anhelaba más. “Descubro la iglesia presbiteriana. Ahí encuentro más profundización en la Biblia y más estudio de la Teología. Aprendo mucha cuestión de Teología”, reconoce.

Por numerosas razones, Allan se marcha de esta comunidad buscando más y así empieza a servir en una iglesia evangélica. Aquí conoce a la que hoy es su mujer en un camino de amor a la Palabra. Conforme pasan los años, sigue con sus convicciones reformadas. Ambos Allan y su entonces novia servían en misiones y continuaban su formación para llegar a ser pastores. “Tenía claro que lo que quería era enseñar la Biblia a los demás. Pero esto siempre ocurría en un contexto no católico”. 

El punto de quiebre ocurrió a finales del 2017. Y es que siempre ha sido muy autodidacta. Había leído un artículo de un escritor de un pastor metodista. Escribió un artículo sobre diferentes modelos de autoridad. “Para mi lo único que existía era la Biblia. Siempre pensaba en términos teológicos y bíblicos. Empiezo a encontrar problemas y leo otras cosas”, sostiene. Y así Allan utilizaba pasajes bíblicos para justificar lo que él creía. 

¿Quieres conocer cómo termina esta impresionante e impactante historia de conversión? ¡No te lo pierdas! Puedes seguir el canal del Allan, El Joven Teólogo aquí: https://www.youtube.com/@AllanGomezJovenTeologo