Jorge Mejías, es coordinador de grupos de Duelo. Viene a contarnos su propio testimonio con el duelo tras el fallecimiento de su hija y cómo coordina estos grupos. “El sufrimiento es una reacción interior nuestra ante una causa exterior”. En el mundo del cuerpo, la reacción interna del cuerpo cuando te das un golpe te duele, en el mundo espiritual por ejemplo, cuando hay una pérdida, tanto en una relación, como la renuncia de un sueño puede causar sufrimiento. 

Pero una de las causas que más sufrimiento genera en la persona es la pérdida de un ser querido. El duelo es el trabajo que debemos hacer para sanar ese sufrimiento. Este sufrimiento es algo que el ser humano genera de manera natural, como reacción. “En la pastoral de duelo Resurrección nos enfocamos en sanar el sufrimiento por la muerte del ser querido”. El duelo que tenemos que hacer tiene que ahondar en varias dimensiones. 

Cuando una persona sufre por la pérdida de un ser querido, este sufrimiento se materializa en una de estas dimensiones. “En el mundo de las emociones provocan y pueden provocar tristeza, depresión, ansiedad, necesidad de hablar del fallecido, deseo de unirse al fallecido, entre otros muchos”, explica. En la dimensión social se puede dar el aislamiento, deseos de superprotección, ausencia de proyectos comunitarios, desinterés por los acontecimientos exteriores, etc. 

En el área espiritual puede darse la finitud de la vida, búsqueda de una nueva identidad, perder la fe, dudas del amor y la bondad divina, sentirse abandonado por Dios. Son heridas del sufrimiento. “El trabajo del duelo consiste en sanar esas heridas. A través de los grupos parroquiales de mutua ayuda y resurrección”. Estos grupos se reúnen una vez a la semana con un grupo de doce personas máximo más uno o dos coordinadores durante doce semanas. En los grupos se tratan temas como la extrañeza, el echar de menos. 

Cuando amamos a una persona nos apegamos a ella, así cuando desaparece la persona, se la echa de menos. También se explica la diferencia entre la resignación y la aceptación. Otro tema es el tema de la culpabilidad, es un mecanismo psicológico derivado del amor. “Sentirse culpable no es lo mismo que serlo”. El tema del perdón también está muy presente. 

“También en caso de suicidio hay que aprender a reconciliarse con ese ser querido que se ha quitado la vida”. Es muy frecuente cuando fallece un hijo mantener la habitación sin cambiar nada de cómo estaba antes de morir. Este tema se trata en las charlas. Hay otro tema, que se llama ¿por qué sufrimos? y es que no todas las personas sufren de la misma manera, ni los motivos son los mismos. El 12 de octubre se cumplen 30 años desde que inició el primer grupo en Argentina. Actualmente están presentes en 11 paíse

¿Quieres conocer más temas sobre el duelo y poder ponerte en contacto con el grupo? Puedes contactar a Jorge aquí: jorgemegias@hotmail.com o en: https://pastoralduelo.org/