Claudia fue bautizada y es la tercera hija de una familia católica, recibió el sacramento de la comunión y la confirmación pero reconoce con la mirada del tiempo que después la fe no la atrapó como para quedarse. “Tenía la sensación de que era una iglesia más rígida con 30 años para atrás”, explica. 

Dentro de esta búsqueda natural de este camino espiritual a un familiar de Claudia tuvo una enfermedad que la siguió alejando de esta iglesia. Recuerda como un vecino tenía un libro del Triángulo de las Bermudas que ya había visto antes. “Ya en la secundaria comienzo con un interés más profundo por estos temas”. 

Cada vez que podía estudiaba o profundizaba en cursos sobre diferentes temas de la Nueva Era. “Comienzo a hacer yoga, numerología, me interesaba mucho el tema de los ángeles y en esa parte de la adolescencia recuerdo que había un juego de moda que era la Ouija”, explica.

En todos estos años de vida, tuvo la oportunidad de viajar a la India. “Estaba interesada en conocer chamanes, videntes, este abanico que está encasillado dentro de la New Age”. Este movimiento explica que es muy tentador para todo aquel que todavía no se ha encontrado con la religión católica. “Vas incursionando porque siempre vas con la idea de querer saber”. 

Sin darse cuenta, Claudia se fue metiendo en este mundo. “Todo esto te va llevando hacia el ‘yo soy’, ni se nombra a Dios, y tu todo lo puedes”.

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