Testimonio católico: Perdió a su hermano, su padre se convirtió y ella se consagró a Dios

Abr 1, 2023 | CURIOSIDADES, TESTIMONIOS CATÓLICOS

Kelly es consagrada de Regnum Christi y lleva ya 24 años de consagrada. Viene a contarnos su testimonio de cómo Dios la llamó a esta preciosa vocación. Su familia, cuenta, parecía una familia perfecta. Más adelante se dio cuenta que no lo era. Un camino donde aprendió a mirar a su familia desde los ojos de Dios. Su padre era una persona que no se había bautizado, su vida era dinero, viajes, mujeres. En un viaje que hizo a California se hizo la pregunta de que la vida tenía que ser algo más de lo que estaba viviendo. 

En este momento decidió que quería ser padre, así nació su hermana mayor. Ese nacimiento transformó su vida, pero aún así sabía que había algo más. Pasaron cinco años y Kelly terminó conociendo a su madre. Su madre era todo lo contrario, venía de una familia con una fe tradicional. Después de llevar un tiempo juntos, su madre le dijo a su padre que quería dejarlo porque no compartían la fe que era lo más importante para su madre. “Mi padre asistió a misa, el Señor le dió el don de la fe y se lo comentó a mi madre que volviera o no con ella, él se iba a formar en la fe católica”, cuenta. 

Y es que este acontecimiento marcó mucho la vida de Kelly y sus hermanos. Creció con esa fe sencilla de su madre, con una gran confianza en Dios pero a su vez con esa fe de su padre de querer entender de manera racional. Kelly era esa mezcla de sus padres. Un hito muy importante en la vida de Kelly fue la muerte de su abuelo cuando tenía 5 años. Adoraba a su abuelo. Fue un momento traumático y a la vez frustrante. Resultó ser una ruptura en su relación con Dios. Se preguntaba por qué se lo llevó ya que los no bautizados no se podían salvar y si se hubiera quedado tiempo, le hubiera dado tiempo a bautizarse. 

A pesar de esto, Kelly siempre pensó que su abuelo no estaría en un mal lugar. A los 15 años fue cuando descubrió que su vida estaba siendo llamada a la vida consagrada. “Cuando Jesús me llamó tenía un conflicto interior de decir sé que no te voy a decir que no pero por qué precisamente la vida consagrada. Fueron los primeros diez años de la vida consagrada que me costó abrazar que era lo que Dios quería para mi”, cuenta. Al pasar diez años, un día estaba haciendo unos ejercicios espirituales. Esa mañana, sacó un cuaderno y se encontraba dibujando ese camino de vida consagrada. “Ese día la presencia de Dios estaba muy fuerte. Era como si estuviera al lado conmigo toda la mañana”, sostiene. Conoció al Señor no sólo como su amigo sino como enamorado de ella. A partir de ese momento abrazó su vida consagrada con toda su alma. Ya comenzó a ser una relación muy íntima con él. 

“Dios me dió un regalo y la gracia para acogerlo”, cuenta. Así, describe cómo la vida no se vive sola, siempre en compañía de los otros. Uno de los momentos difíciles que vivió a partir de ese momento fue la muerte de su hermana. Estaba en México y recibe una llamada de su madre. Pensaba que tenía que ver con su abuela. “Fue una llamada terrible. Mi padre me dijo que mi hermano ya no estaba con nosotros. Sentí que arrancaron una parte de mí”, resalta. Los últimos 15 días antes de morir encontró lo que buscaba y murió con una felicidad enorme. “Él era un gran buscador al igual que yo”. 

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Puedes seguirla en sus redes sociales: https://www.instagram.com/kellyallen_rc/

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