Testimonio católico: La confianza en Dios en la enfermedad

Dic 7, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Felipe Vergel Acevedo es de Colombia y tiene 27 años. Se considera un hombre que ama la Palabra de Dios y a la Virgen María. Es artista clásico, hace arte en vidrio, esculturas, adornos y muchas piezas en arte que reflejan su pasión y su amor tan grande por los colores.  Desde niño siempre le ha gustado el mundo del arte y el diseño, pero lo que le ha apasionado más es Dios Padre “porque Él es mi sustento, mi guía, mi motor. Es él el que está hablando por mí en este momento”, explica.

Explica que este año ha sido un año de aprendizaje. Así una persona puede tomárselo de dos maneras, una manera es acogerlo con angustia, miedo o incertidumbre y otra forma es ver estos momentos como una bendición, con alegría que es como verdaderamente lo ve Felipe. “Soy un hombre completo, bendecido, soy un hombre consentido de mi padre Dios. Así lo veo”. En febrero de este año Felipe se sentía agotado, cansado, no se notaba bien de salud. Tomaba medicación y seguía sintiéndose igual, y no sólo eso, sino que el agotamiento iba en aumento. Hasta que un día decidió llamar a la ambulancia. Le revisaron, le tomaron la tensión y sí le notaron algo fuera de lo común. “Ese bendecido día los resultados fueron que las plaquetas me salieron a un nivel muy bajo. Los glóbulos blancos son muy blancos”, comenta.

Todos los números daban el resultado de que el paciente podría sufrir de leucemia. “Siempre me sustenté en Dios. Después de este susto me lo repetí y el cuadro salió igual”. Tras este primer diagnóstico sus padres le llevaron a otra hematóloga y esta hematóloga fue contundente contándoles que lo más posible es que se le estaba empezando a formar una leucemia. Por eso, necesitaban hacerle más exámenes. “Yo en mi mente pensaba, cuando le pedía al Padre Dios y a la Virgen María, que no tenía leucemia, que eso era imposible, así los médicos me lo repetían. Le pedía y decía al Padre siempre por la noche a la misma hora con mucho amor y fe que yo no tenía cáncer”, recuerda. 

Así continuaron los exámenes más especializados, y en estos exámenes no aparecía rastro del cáncer por más que la médico insistía en que sí lo era.  Felipe pedía con vehemencia a Dios que tuviera lo que tuviera, que le sanara, porque amaba su vida, su cuerpo, su familia, sus talentos. En ese tiempo, tomó la decisión de acudir sólo a misa todos los días para conversar con Dios, para recibir la comunión. “La comunión es lo más importante y pudo sanar mi cuerpo, mi corazón y mis miedos”, subraya. 

Pasaron los días y los meses y el médico no terminaba de resolver esto. Le mandó medicación fuerte y más exámenes específicos. Los padres de Felipe estaban muy preocupados. Hubo un día que las plaquetas bajaron tanto que el entorno de Felipe daba su vida por perdida. Estuvo un mes y medio hospitalizado. Le costó esta temporada en el hospital porque echaba de menos ir a misa, y sus hábitos diarios. Finalmente, descubrieron que no tenía cáncer sino hipereosinofilia. “El médico, con el consejo del padre, pudo descubrir esto. Gracias a Dios hoy estoy vivo”, reconoce.

¡No te pierdas este precioso testimonio de confianza en el Señor!

Puedes seguir a Felipe aquí: https://www.instagram.com/felipevergelarteenvidrio/

 

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