Testimonio católico: El Señor le puso en el corazón construir el Arca de la Alianza

Nov 24, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

El padre Luis Manuel Fernández es un sacerdote de 60 años que nunca pensó en que terminaría en esta vocación tan concreta y tan de Dios. Cuando era joven recuerda que le gustaban las chicas y llegó a salir con una joven con pecas en la cara. Hubo un detonante en este momento que lo cambió todo y fue el fallecimiento de una chica que ambos conocían. “Aquello me revolvió y estuve dos años mal. Me había hecho un mundo ideal, ser arquitecto y conducir un Maserati plateado, era el sueño de mi vida”. 

Estuvo dos años con muchas pesadillas por la noche. Un día, al colegio católico que acudía, fue a misa como solía ir habitualmente. Un día estando en la capilla del colegio con las dudas típicas de la adolescencia vio llegar al cura que solía dar la misa sólo para él, ya que no acudía nadie más nunca. Para Luis Manuel en ese momento fue como ver pasar a un ángel, pero no dijo nada de esa sensación que tuvo. “Fue como una iluminación. Si estoy dándole vueltas y lo que yo quiero es lo que está viviendo esa persona”, explica.

Así, fue al seminario de la diócesis de Zaragoza, pero se encontró con algo diferente a lo que él pensaba. Un seminario difícil. En el seminario no se terminaba de encontrar, sí tenía ese deseo de ser sacerdote. “Era un planteamiento diferente y me resultó difícil”. Cuando se fue a ordenar todo eran problemas. No querían que se ordenara aludiendo en ese momento a que simpatizaba con los ‘kikos’. A pesar de esto, hay que decir que en el tiempo que pasó en el seminario se enamoró de las Sagradas Escrituras. 

Fue una época complicada para el padre dónde se cuestionaba por qué Dios permitía que le ocurriera esta situación. Así, pasaron doce años hasta que terminó la Teología, terminó los estudios y estaba a punto de ordenarse a los 25 años. “Yo estaba buscando cuál era la pregunta de Dios: me he confundido yo, te has confundido tú. Hice de todo en ese tiempo. Fui profesor en institutos de secundaria, estuve de misionero en América. El denominador común era que yo tenía un amor inmenso por la Palabra de Dios”, reconoce. 

En la República de Haití en Puerto Príncipe dónde también estuvo se enfocó mucho en rezar y en leer las Escrituras. Hubo una noche que el Señor le concedió una gracia actual. “La gracia actual fue como lo que dice en Hechos de los Apóstoles, “¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio en Jerusalén de lo que a mí se refiere, tienes que darlo en Roma”. Esa noche fue la mejor noche de mi vida”, aseguró. Desde que aquello ocurrió hasta que le concedieron ordenarse pasaron doce años. Actualmente lleva varios años como párroco en un barrio rural de Zaragoza.  

“A mi me fascinaba ver con ojos, tocar con las manos la Palabra Viva”, reconoce. Al ordenarse pensó en construir un sagrario. Al leer las Sagradas Escrituras le llamó la atención el Arca de la Alianza, esa imagen de la Virgen María que lleva en su interior a Jesucristo mismo. “La presencia del arca, de Dios, quería que se pudiera ver. Así compré una puerta de sagrario, con la idea de hacer ese sagrario de las dimensiones que pone en el Éxodo”, explica.

¡Conoce esta maravillosa historia de vocación y del Arca de la Alianza!

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados