Testimonio católico: El Señor hizo nuevo su corazón con la Teología del Cuerpo

Abr 11, 2024 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

María Andrea Cortés tiene 32 años, está casada y es madre de tres hijos. Tiene una historia de confianza de Dios. Es la mayor de tres hermanos. Su madre desde que estaba en su vientre acudía a los rosarios con María. Esto explica porque tiene una conexión muy especial con María. Dios siempre le llevó por el camino de la luz  y de la verdad. Su padre trabajaba en una multinacional y se mudan a México. Allí estudian en un colegio de Regnum Christi. “Acudía a formaciones y misiones. Así me voy formando en la fe”. Estaba convencida que estaba llamada a un amor más grande. Pero al ser tan complicado encontrar ese tipo de amor en este mundo tuvo que bajar los estándares. Pensaba que tenía que conformarse con el amor que el mundo le ofrecía. 

Su madre se sigue formando en la fe católica con una directora espiritual. Se mudó a Brasil también por trabajo y pasó de educarse en un colegio católico de chicas a pasar a un colegio americano con mezcla de personas, de culturas y creencias. “La mayoría de las niñas de su colegio a los 15 años ya habían tenido relaciones sexuales”, recuerda. Fue un choque cultural muy grande. La parte buena es que la aceptaban como era. No había formación y valores en la fe. Al ver un mundo tan abierto sexualmente le hizo empezar a cuestionarse algunas cosas.

Un día fueron a hacer voluntariado con su madre y un grupo de niños. En ese momento le coge una reportera y le pregunta lo que pensaba de lo que decía la iglesia de no mantener relaciones antes del matrimonio. Su respuesta fue general pero sin involucrarse. Hasta ahora había sido fácil porque no había tenido pareja. 

Cuando a su madre un día después de una formación le entregan una foto de San Juan Pablo II comienza a llorar y no sabe por qué. Le dicen que es porque el santo tiene una misión importante para ella pero no sabe cuál es. Empezó a adentrarse así en la Teología del Cuerpo y esto se lo transmitió a Maria Andrea. Al terminar el colegio, se va a Francia para estudiar francés. 

Allí tuvo un novio italiano y le dijo de primeras que ella quería proteger la castidad. Esta relación duró sólo tres meses. En realidad este chico siempre intentaba buscar momentos para que cayera en la tentación. De regreso a su país, empezó a tener conciencia de que debía seguir transmitiendo estos valores a más personas. “Empecé a hablar sobre la Teología del Cuerpo a niños del sur del país. Así se iban abriendo puertas y también corazones”. En todo este camino Dios le hablaba al corazón. Era un camino en el que el Señor le decía que no se conformara con poco, que aspirara a un amor mayor y sobre todo ahora que iba a comenzar la universidad. Se acuerda que sus amigas en aquellos años tenían novios pero ella no era ajena a todo esto. Mientras tanto seguía estudiando Teología del Cuerpo con un matrimonio mexicano. 

¡No te pierdas este testimonio tan inspirador!

Puedes seguir el apostolado de María Andrea y su madre aquí: https://www.instagram.com/1amordiferentecol/

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