Lupita Barajas viene de una familia católica,sus padres siempre la impulsaron para amar y servir a Dios. Cuando habla de sus padres le gusta mencionar que no viene de una familia perfecta pero sí de una familia que se ama y se perdona. Siempre sus padres dieron testimonios de que con el amor de Dios todo se puede. Lupita tenía ganas de ayudar a los demás. Al principio quería ser abogada pero finalmente decidió estudiar Ciencias de la Familia por ese llamado que Dios le hacía al servicio de los matrimonios.
“Cuando vi el programa de estudios por primera vez fue amor a primera vista. Era costosa y ese fue el primer obstáculo” comenta. Para Lupita su profesión es su verdadera vocación. Antes de esta etapa Lupita conoce a su primer novio, un amor bendecido. “Nos conocimos en una parroquia, me acompañó en todo este proceso de ingreso en la universidad”. Es una vocación que Dios sembró en su corazón. Después de concluir su camino en la universidad se casó y seguidamente llegó el primer regalo, su primera hija: Fátima.
“Para todos los matrimonios que están cerrados a la vida. Los hijos unen el matrimonio. La providencia de Dios nunca falta y hace más fuerte el amor. Cuando recibes con esa bondad y estás abierto a la voluntad de Dios todo funciona”, comenta. Hubo un momento muy doloroso que fué la pérdida de un bebé que hoy está en el cielo, se llama María. “Deseaba en mi corazón tener más hijos. Fue un momento de prueba pero también de estar más unidos a Cristo”. Después, llega el regalo de Pablo.
En este momento, tomó la decisión de dejar el trabajo y realmente considera que fue una gracia que Dios le dió, de ser dócil. “En ese momento renuncio y me dedico en esa etapa a mis hijos”. Desde pequeña ya participaba en programas de televisión, le gustaba ver cuando se trataban temas sobre el amor de Dios. “Un sacerdote me invita a armar un programa de jóvenes. Hicimos unas obras de teatro musicales”, comenta. Comenzó así lo que fue una etapa muy bonita. Cuando se casó y tuvo a su primer bebé dejó el programa. “Cuando nace Santiago recibo una llamada de una radio para hacer un programa de radio desde casa en un horario muy accesible así que comienzo con este apostolado y hasta la fecha continúo”. Se trata de un programa dedicado a las familias.
Su hijo Pablo, nace prematuro, nace de urgencia y fue bautizado dentro de este contexto milagroso en el que nació. “Cuando llegaba al hospital solo podía verlo un par de horas al día. Llegaba con un sollozo. Pero la Virgen María me consolaba y me mandaba un mensaje de confianza. Siempre me preguntaba qué virtud quería darme con cada acontecimiento”, sostiene. Con Pablo, ese milagro del cielo, como le gusta llamar, sigue en ese camino de luz y esperanza.
¡Conoce la historia completa de Lupita! Puedes seguirla en redes sociales aquí: https://www.instagram.com/lupitabarajas_lcf/?hl=es
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