Bibiana vive en Barcelona y ha nacido en Ponferrada, León. Es la pequeña de tres hermanos. Se vino a estudiar a Barcelona la carrera de Traducción e Interpretación. Su relación con Dios viene de largo pues su madre era catequista. “Desde pequeña siempre crecí en un ambiente católico”. 

En el año 2018 le diagnosticaron una leucemia grave. Empezó a sentir unos dolores muy fuertes en la espalda, después una fuerte febrícula. “Lo peor de todo es que estaba embarazada. Me llevaron al hospital para hacerme pruebas y de ahí ya no salí”, explica. Le albergaba un miedo terrible, recuerda que fue la noche más larga de su vida. Finalmente al día siguiente a su marido y a ella le dieron el diagnóstico: era una leucemia mieloide aguda. 

“Tuvimos que tomar la decisión de interrumpir el embarazo y ya empezar inmediatamente con el tratamiento. La primera semana fue quimioterapia 24 horas”, comenta. Su cuerpo estaba muy debilitado por la intervención, más el fuerte tratamiento. Después de muchos meses de tratamiento llegó el momento de la remisión de la enfermedad y la etapa de las revisiones. 

De una primera etapa llena de miedo e incertidumbre hubo una segunda etapa que era la posibilidad de recaída. En ese momento se planteó que necesitaba un trasplante de médula. “Durante todos mis tratamientos necesité muchas bolsas de sangre porque durante estos tratamientos se necesita mucha sangre”, refuerza. La espera se le hizo eterna pero por fin llegó ese donante anónimo que hizo este gesto de manera altruista. “Hay algo más generoso y cristiano que este. Salvar una vida. Pensé que mi hijo Gabriel y Dios no me habían soltado de la mano. Me sentí la mujer más afortunada del mundo. Estaba totalmente conectada con el Señor y con mi ángel de la guarda”, comenta. 

En el proceso de sanación tuvo mucho que ver Rafael Nuñez una persona con el don de ser intercesor. “Siempre noté su respaldo y confiaba en su poder de sanación y acompañamiento”, comenta. Más adelante Rafael escribió un libro y Dios les cruzó en el camino. “Quién me iba a decir que iba a venir a Barcelona a presentar el libro. Acudí a la presentación para darle las gracias. Fue uno de los momentos más felices de mi vida. Creo que Dios nos puso en el camino para que me viera sana”, comenta. Un libro, que sin duda recomienda comprar ya que habla de la sanación, del perdón y de las familias, además de muchas oraciones. 

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