Testimonio católico: De la herida del abandono a enamorarse de Dios y sanar sus heridas

Abr 14, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

Ana Cristina es de Colombia y tiene 27 años y viene a contarnos su testimonio de fe. Siempre se ha sentido muy amada por Dios. Creció en el seno de una familia muy católica, su abuela les reunía a toda la familia para rezar el rosario. Desde muy pequeña creció conociendo sobre la fe católica estudiando en un colegio de monjas.  Comenzó a participar de la infancia misionera desde joven. “El primer llamado que me hizo Dios es no tener miedo a remar mar adentro, dentro de las profundidades de la fe”. 

Inicia su camino en la fe con un grupo en la parroquia, era más con el ánimo de tener un grupo con el cual salir. Siempre le llamó mucho la atención los medios de comunicación, quería ser famosa de alguna forma. “Logré darme cuenta a tiempo todo lo que hay detrás de los medios”, cuenta. En un casting recuerda como a una niña de su edad le pedían que para que fuera contratada tenía que bajar de peso. Sintió que no estaba en el sitio adecuado pero tenía la intención de seguir trabajando como comunicadora.

En el 2012 cuando tenía 17 años, le invitan a un retiro como servidora, era el primero al que iba para servir, había ido a otros muchos. “Me acuerdo que en una actividad puntual, me dijeron que no necesitaban que les ayudara con esa actividad. Una amiga me dice que cierre los ojos, una incitación a confiar. Hubo un momento en que mi amiga me abrazó y ahí sentí el abrazo de Cristo”, explica.  Sintió un mensaje que decía: Yo sé los planes que tengo para ti. Tras este suceso, no podía parar de llorar. A partir de ahí los deseos de seguir conociendo a Jesús aumentaron. A su llegada a casa tuvo esa necesidad de leer la Biblia. “Leyendo un extracto de la Biblia, sentía que el Señor me estaba hablando de manera muy contundente”.

Ana Cristina se gradúa y durante la carrera se empieza a enamorar de Dios. “Es aquí donde reconocí a un Dios que me amaba. A través del servicio, me he sentido más cerca de él”. De esta forma comenzó a servir en retiros y el deseo de ser presentadora se fue diluyendo. “Estaba tan enamorada de Dios que le empiezo a dedicar mucho tiempo al servicio”. 

Su padre, que padecía de parkinson, siempre sintió que no tenía ese cariño paterno. “Sentía que la manera en la que me vinculaba con los hombres no era adecuada, por la falta del amor paterno. No eran un noviazgo completamente sano”. Así, el Señor le fue regalando nuevos sueños y le mostró que ese rol de padre lo asumió el mismo Dios. “Fue un proceso lindo pero a la vez de limpieza, lloraba mucho”.  Dios le mostró que no había sido abandonada. 

¡Conoce el testimonio completo te impresionará!

Puedes seguir el apostolado de Ana Cristina aquí: https://instagram.com/mydailydate?igshid=YmMyMTA2M2Y=

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