La historia de Herlinda Olalde es una historia de sanación. Con una relación bastante tóxica con su marido. Su marido, era una persona muy controladora y Herlinda acaba yéndose con otra persona y vivir en pecado. 

Fue el año de la misericordia cuando Herlinda fue a una peregrinación y en confesión con un sacerdote le dijo: Perdónate tú, él ya lo ha hecho. En ese momento comprendió el valor tan grande que tiene la reconciliación, de liberación y de purificación del alma. 

“Sentí una paz que hacía mucho que no había sentido, nunca la había sentido”, recuerda. Ese día comulgó y le prometió al Señor que iba a cambiar, iba a ser una persona distinta, iba a ser una esposa y madre diferente. 

El marido regresa de vacaciones con los niños, ella tiene ilusión por recuperar ese matrimonio pero él no está dispuesto a continuar. Se marcha de la casa y le pide el divorcio. Ella siempre pensó que como lo había provocado debía aceptarlo. “Tenía que tener la fortaleza para asumir lo que estaba ocurriendo, en ese momento vi la gravedad de lo que había hecho porque empiezo a ver lo destruidos que también están mis hijos”, explica. 

Empezó a rezar el rosario con mucha intensidad, empezó a pedir por su esposo y a pedir la intercesión por su matrimonio. Quería ayudar a su marido a que no se perdiera en el camino a pesar de que no volviera a casa, que no se condenara. Él estaba muy alejado de Dios. Con la oración no notó un gran cambio pero ya empezaba a acudir a ver a sus hijos todos los días. 

¡No te pierdas el testimonio completo, te emocionará y te llenará de esperanza el corazón!