Hugo y Rous son un matrimonio con tres hijos. Nos vienen a contar cómo el plan de Dios es espectacular para la vida y es el camino que más plenitud puede dar. “Viviendo las experiencia que vas viviendo y lo que Dios va permitiendo en tu vida es para algo mucho mayor”, explica Hugo. 

A uno de sus hijos, le detectaron un cáncer capilar. En todo este tiempo han vivido preocupados en un porcentaje pequeño. “Se te pasan muchas cosas en la cabeza pero ahora estamos emocionados”. Los dos hacen cuatro años de matrimonio. En el caso de Rous, sus padres se separaron pero en cada instante sintió que Dios le iba guiando. Aunque era pequeña, siempre tuvo curiosidad por conocer más. Cuando estaba en secundaria fue el inicio de su historia de conversión. “Fui entendiendo mi identidad como hija amada de Dios y con eso, sanando mis heridas. Me enamoré de Jesús y de la Iglesia Católica y todo lo que me brindaba”. 

Por otro lado, Hugo creció en una familia unida. Él era el más pequeño de los hermanos y le tocó concluir esa parte donde sí se sentía diferente a todos los demás. Sus intereses eran diferentes a los de sus hermanas y sus padres. Vivió un poco en soledad esos años de la niñez. “De las grandes ventajas es que puedes estar mucho en introspección y cuando estás en el silencio permites la entrada de Dios en tu vida a otro nivel”, cuenta Hugo. Además de pequeño padecía algunas enfermedades, el asma una de ellas, los doctores le decían que no podía mejorar pero se le terminó por quitar.  

“Saber que lo que te falte, Dios lo va a poner”, comenta. Y es que en los momentos de noviazgo ella estaba con otra persona y él pedía mucho por ellos. Hugo nos invita a que si tenemos algo en el corazón que nos ha nacido de la oración, lo hagamos, pues el resto lo hará el Señor. Para ambos ser padres ha sido un don muy grande. “Es una responsabilidad que Dios te da, increíble, para cada uno de ellos, Dios tiene una misión”, explica Rous. 

Un día Rous fue al médico para una hernia que tenía y el doctor le recomendó que se revisara el cuello porque veía algo raro. El cuñado de Hugo que trabaja como sanitario le llama urgentemente para que Rous se hiciera una serie de pruebas, de biopsias. “Empieza el tema fuerte y me preocupo”, sostiene. En ese momento, ambos acuden al Santísimo con preocupación médica. “Le dijimos a Dios, no sabemos qué va a pasar con esto, pero que se haga tu voluntad, me entró una paz tremenda después de esta oración. Dios me ama tanto que si lo está permitiendo es por un bien mayor. Cómo no vamos a estar tranquilos si Dios nos puso esto en el corazón”. 

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