Fabiola de Roma, también conocida como Santa Fabiola, fue una noble romana convertida al cristianismo y divorciada de su primer esposo.
Fabiola pertenecía a una familia noble de Roma. Muy joven se casó con un hombre y se divorció debido a las continuas peleas, incomprensiones y por la violencia que soportaba por parte de su marido. Los biógrafos dicen de ella que era malcriada, egoísta y arrogante. Después de su divorcio, Fabiola volvió a casarse pero al poco tiempo enviudó. Esta segunda tragedia coincidió con su acercamiento al cristianismo y concretamente a San Jerónimo y su círculo de seguidores, especialmente a dos matronas muy conocidas de Roma, Marcela y Paula.
Al año de conocerlas Fabiola decide cambiar radicalmente de vida. Se presentó en la vigilia de Pascua vestida con un saco o vestidura áspera que se usaba antiguamente para la penitencia. En la basílica de San Juan de Letrán pidiendo perdón a los fieles y al papa por sus pecados cometidos pudo ser recibida por el papa. La santa donó todos sus bienes a la Iglesia dedicándose a los pobres y especialmente a los enfermos fundando lo que fue el primer hospital romano. Su conversión causó gran sensación en la Roma de la época.
San Jerónimo en su epístola 78 escribió sobre Fabiola: «Ha sido la primera que ha construido un hospital para acoger a todos los enfermos que encontraba por las calles: narices corroídas, ojos vacíos, pies y manos secas, vientres hinchados, piernas esqueléticas, carnes podridas con un hormiguero de gusanos…Cuántas veces personalmente ella ha cargado a enfermos de lepra…Les daba de comer y hacía beber a aquellos cadáveres vivientes una taza de caldo…
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