PROMESA DE JESÚS… a Sor Lucía de Fátima en su Primera Comunión

Jun 27, 2023 | CURIOSIDADES

El padre Héctor Ramírez, quien fue durante 24 años capellán de lengua española del Santuario de Fátima en Portugal relató la historia de la Primera Comunión de Sor Lucía —declarada recientemente venerable por el Papa Francisco— y compartió la promesa que ese día le hizo Jesús a la última vidente de la Virgen de Fátima. El sacerdote contó que Sor Lucía tenía 6 años cuando recibió la Primera Comunión en 1913, una edad en la que no se suele recibir el sacramento de la Eucaristía. “Como tenía buena memoria, se sabía toda la doctrina católica necesaria para recibir el cuerpo y la sangre de Cristo por primera vez”, resaltó

Tal era su deseo de recibir a Jesús en la Eucaristía que fue a buscar al párroco local, quien la acogió, la escuchó y le respondió: “No, niña, tú tienes 6 años, no puedes hacer la Primera Comunión”. La negativa fue un golpe duro para la pequeña y salió llorando de la iglesia. Mientras se retiraba, vio a otro sacerdote, el jesuita Francisco Rodrigues da Cruz, un misionero muy querido en Portugal que también está en proceso de canonización. El “Padre Cruz”, como es conocido, le preguntó entonces a la niña la razón de su tristeza, la pequeña se la contó y el jesuita decidió hacerle un examen de doctrina. Finalmente el sacerdote aceptó darle la Primera Comunión y le dijo: “Yo asumo la responsabilidad delante Dios”.

La pequeña se confesó al día siguiente con el sacerdote jesuita, quien le aseguró que iba “a ser templo del Espíritu Santo” y le pidió que “no permita que se vaya”. Ante esta afirmación, Lucía le preguntó al sacerdote cómo podía hacer eso.

El sacerdote la alentó entonces a ir ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario para implorarle que “no permita que Jesús salga de tu corazón cuando entre en la Primera Comunión”. El P. Ramírez contó que cuando finalmente Lucía recibió la Primera Comunión, ella sintió la voz de Jesús que le hizo esta promesa: “La gracia que hoy te es concedida permanecerá viva en tu alma, produciendo frutos de vida eterna”.

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