Pinceladas de Dios: El milagro de la vida y la vocación a la vida contemplativa

Jun 22, 2023 | TESTIMONIOS CATÓLICOS

La hermana Jessica y la hermana Ana son dos religiosas clarisas y Madridejos. La hermana Ana es de un pueblo de Andalucía y tiene 36 años. Lleva 10 años en el convento. Siempre vivió en una familia cristiana, siempre le gustó mucho las cosas de Dios pero nunca pensó en ser religiosa. “Necesitaba el conocimiento de estar con el Señor y lo que había vivido con las hermanas de mi pueblo; me formé en ejercicios espirituales. Poco a poco la exposición del Santísimo me impactó mucho, lloré, de ahí realmente me fui sabiendo que algo pasaba en mi interior”, explica. Intuía que el Señor le estaba llamando a algo grande. Después empezó a trabajar con las hermanitas de los pobres. Aquí ya le brotó la inquietud de una manera más grande. “A mi familia le costó mucho asumirlo. Mi madre es viuda pero poco a poco van aceptando que el Señor me haya llamado”. 

Al estar trabajando con las hermanitas se preguntaba qué por qué no ahí sería su lugar. Estuvo un mes en Francia de experiencia con ellas y volvió. Algo en ella le decía que ese no era su sitio. Ella de alguna manera quería pero Dios no lo quería para ella. “Esa inquietud que yo siempre tuve no se me fue, el Señor me fue apretando más internamente. Me recuerda este momento a San Francisco cuando le preguntaba cuál era el camino”, cuenta. Sabía que algo fuerte le estaba ocurriendo. 

Había experimentado el amor de Dios a través de los ancianos. La vocación de alguna manera tenía que estar vinculada a un servicio concreto. En ese momento que le pedía el Señor que le mostrara el camino, las clarisas se hicieron presente en su vida. “Me mostró el camino que yo nunca llegué a imaginar. Nadie desde fuera quiere meterse en un convento de clausura. Tenemos un concepto de la clausura muy confuso y erróneo”, comenta. “Hubo un momento que era tan fuerte la inquietud que me aconsejaron ponerme fecha. Entré en el 2013 como aspirante. Ha sido un proceso costoso. Toda vocación es difícil hasta que una descubre que ese es tu lugar”, sostiene. Y es que el Señor le cambió totalmente los planes. 

La hermana Jessica es de Tortosa y ella tiene una historia dolorosa pero también milagrosa. Es hija adoptiva, tuvo que pasar sus años de infancia en un centro pero a la vez vió la mano del Señor, en ese mismo centro de niños había una capilla. “Fue una bendición porque nos enseñaban quién era Jesús. A los 5 años estuve a punto de morir por un cáncer”. Después los médicos le dijeron que fue un milagro que sobreviviera a la enfermedad. “Te das cuenta de las maravillas que hace en tu vida.  El Señor me salvó porque tenía una misión para mí”. Después de esto ya podía andar con la silla de ruedas. Aquí aparece Conchita, su madre adoptiva. A los 9 años, después de hacer la comunión le dió la noticia de que ya no tenía que ir al centro, se iba a casa con ellos. Se empezó a preguntar, qué quería Dios de ella. “Sabía que el Señor le estaba llamando, no sabe a qué le estaba llamando pero sí sabía que quería ser para ella.  ¿Quieres conocer cómo terminan estas preciosas historias de vocación? ¡No te lo pierdas! Puedes seguir las pinturas de la hermana Ana aquí:

 https://www.instagram.com/pinceladas_dedios/?hl=es

Y las manualidades de la hermana Jessica aquí: https://instagram.com/amariaporjesus_87?igshid=NTc4MTIwNjQ2YQ=

 

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