San Maximiliano María Kolbe, tu vida de amor y trabajo por las almas
fue sacrificada entre los horrores de un campo de concentración
y acelerada hasta su fin por la inyección de un fármaco letal.
Mira con compasión a (se dice el nombre de la persona)
que está atrapado en la adicción a las drogas
y a quien encomendamos a tu poderosa intercesión.
Habiendo ofrecido tu propia vida para preservar la de un hombre de familia,
te invocamos con confianza,
sabiendo que entenderás y ayudarás.
Obtennos la gracia de nunca negar nuestro amor y comprensión
y nunca dejar la oración constante
para que los lazos esclavizantes de la adicción
se rompan y que toda la salud y libertad le sean restaurados a (se dice el nombre de la persona)
a quien amamos.
Nunca dejaremos de estar agradecidos a Dios
quien nos ha ayudado y ha escuchado tu oración por nosotros.
Amén.
LA CORAZA DE SAN PATRICIO, oración de protección
Me levanto hoy Por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad, Por medio de creer en sus Tres...
0 comentarios