San Maximiliano María Kolbe, tu vida de amor y trabajo por las almas
fue sacrificada entre los horrores de un campo de concentración
y acelerada hasta su fin por la inyección de un fármaco letal.
Mira con compasión a (se dice el nombre de la persona)
que está atrapado en la adicción a las drogas
y a quien encomendamos a tu poderosa intercesión.
Habiendo ofrecido tu propia vida para preservar la de un hombre de familia,
te invocamos con confianza,
sabiendo que entenderás y ayudarás.
Obtennos la gracia de nunca negar nuestro amor y comprensión
y nunca dejar la oración constante
para que los lazos esclavizantes de la adicción
se rompan y que toda la salud y libertad le sean restaurados a (se dice el nombre de la persona)
a quien amamos.
Nunca dejaremos de estar agradecidos a Dios
quien nos ha ayudado y ha escuchado tu oración por nosotros.
Amén.
ORACIÓN POR LOS ABUELOS, del Papa Benedicto XVI
Señor Jesús: Tú naciste de la Virgen María, hija de San Joaquín y Santa Ana. Mira con amor a los abuelos de...
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