El Santo Sepulcro es un santuario ubicado en Jerusalén, y en este se encuentra el sepulcro que fue testigo de la resurrección de Jesús.
En este lugar ocurre un sorprendente hecho: Un misterioso fuego aparece allí cada Sábado Santo, según calendario de la iglesia ortodoxa, ante el asombro de los fieles que asisten a ver el aparente milagro.
¿Qué ocurre exactamente?
El Patriarca griego, el armenio y el Obispo copto, desfilan alrededor del Santo Sepulcro mientras cantan himnos y son acompañados por su clero. Luego, el Patriarca de Jerusalén lee una oración especial, se quita la túnica y entra solo en el Santo Sepulcro. Los prelados armenios y coptos se quedan en la precámara donde el ángel se apareció a María Magdalena después de la resurrección.
Todos los presentes cantan Kyrie Eleison (Señor, ten piedad) hasta que, sin explicación científica posible, un fuego aparece de la nada y enciende 33 velas que el patriarca ató mientras estaba solo en el Santo Sepulcro. Finalmente, el patriarca toma las velas y la comparte con los fieles como símbolo de resurrección de Cristo.
¿No será que el Patriarca enciende las velas y todo es un fraude?
Ciertamente la posibilidad de un fraude siempre es mencionada, por eso es bueno conocer algunos detalles que hacen de este hecho algo aún más impresionante.
- Las autoridades israelíes, que obviamente no son cristianos, examinan minuciosamente al Patriarca antes de entrar en el Santo Sepulcro. La idea es estar totalmente seguros de que no lleve algún elemento que pueda producir fuego mientras el Patriarca está solo.
- Este hecho ha sido documentado a lo largo de la historia y se cuenta que antiguamente unos soldados turcos musulmanes examinaban al Patriarca antes de permitirle la entrada al Santo Sepulcro. Esta era una revisión muy dura porque a los turcos les interesaba desmentir este hecho y a pesar de eso el fuego seguía apareciendo sin explicación alguna.
¿Cuál es la postura de la Iglesia católica al respecto?
Dos Papas han dado su opinión al respecto.
El Papa Urbano II dijo durante el concilio de Clermont:
“En verdad, en este Templo, el Sepulcro del Señor, Dios reposa, hasta hoy. No deja de manifestar milagros ya que, en los días de su Pasión, mientras todas las luces están apagadas en su Tumba y en la iglesia, de repente las lámparas apagadas se encienden ¡Qué corazón puede ser tan duro como para no emocionarse ante tal espectáculo!”.
Por otro lado, el Papa Gregorio IX denunció el Fuego Santo como un fraude; sin embargo, al día de hoy no se puede decir que la Iglesia Católica tenga una postura oficial definida al respecto.
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