El pequeño monasterio de las religiosas Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles en el estado de Missouri, Estados Unidos, se ha convertido en los últimos días en un santuario de peregrinación al que llegan cientos de peregrinos de todo el país. ¿La razón? Venerar el cuerpo de la religiosa afroamericana Wilhelmina Lancaster, quien falleció en 2019 a los 95 años de edad y cuyos restos han sido exhumados y encontrados en un notable estado de conservación.

La noticia comenzó a viralizarse en redes sociales la semana pasada, luego de que el pasado 21 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, la actual abadesa y sus compañeras de convento decidieron trasladar el cuerpo de su fundadora a su sitio de descanso final dentro de la capilla. Al abrir el féretro, las hermanas esperaban hallar los huesos de su querida superiora, pero su sorpresa fue mayúscula al encontrar el cuerpo incorrupto, pese a que el ataúd de piedra estaba fisurado y había permitido el ingreso de humedad.

Además, los restos de la hermana Lancaster no fueron sometidos a ningún método de embalsamamiento. Wilhelmina Lancaster fundó la Congregación de las Hermanas Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles a la edad de 70 años, luego de pedir una dispensa para abandonar a las Hermanas Oblatas de la Providencia, que fue su congregación de origen y donde vivió durante cinco décadas. Madre Cecilia, actual abadesa de la comunidad, comentó que creen que se trata de la primera mujer afroamericana en ser encontrada incorrupta.

Ella fue la encargada de abrir el féretro tras la exhumación. Explicó que casi la totalidad del cuerpo permanece intacto y todo el hábito se conserva en excelente estado. Hasta este acontecimiento que muchos señalan ya como un milagro, las Hermanas Benedictinas eran conocidas por sus exitosos álbumes de música gregoriana e himnos católicos.

(Fuente: Desde la fe)