Una bella tradición que se observa en algunos puntos de la República Mexicana es la que consiste en recostar la sagrada imagen de la Asunción de María Santísima en la víspera de la fiesta. Esta costumbre consiste en rodear a la Virgen de flores y frutas, especialmente manzanas, para recordar el tránsito de su muerte terrena a la vida del cielo, hecho también conocido como “Dormición”. La tradición consiste en acostar la imagen de la Virgen sobre una mesa y rodearla de manzanas y rosas, pues una antigua narración cuenta que los apóstoles colocaron el cuerpo de María Santísima en un sepulcro y permanecieron en oración durante tres días. Al hacerlo, una fragancia como de manzanas y rosas llenó el ambiente esparciéndose por todo Jerusalén, y en lugar de encontrar el cuerpo de María, hallaron rosas en el sepulcro, como signo de su glorificación.