Las últimas palabras de un mártir

Oct 28, 2023 | CURIOSIDADES

Francisco Castelló era un joven de 22 años que se encontraba en su servicio militar cuando comenzó la guerra civil española.

El 20 de julio de 1936 fue detenido y encarcelado por ser católico; después, le propusieron apostatar de su fe para salvar la vida, a lo que él respondió:

Si ser católico es delito, acepto gustosamente ser delincuente, ya que la mayor felicidad del hombre es dar la vida por Cristo, y si tuviera mil vidas, sin dudar, las daría por Él».

Francisco Castelló fue fusilado a medianoche, no sin antes perdonar a sus verdugos y escribir cartas a su novia, familia y director espiritual.

Una de sus frases más conocidas es: «A cada contrariedad, una sonrisa».

¿Te ha gustado este artículo?

Ayúdanos a seguir creando contenidos católicos

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados