La población de Sainte-Mère-Eglise fue el escenario de una de las más famosas batallas de la II Guerra Mundial, el Desembarco de las tropas aliadas en Francia. Su iglesia contiene unas vidrieras dedicadas a esa hazaña, entre ellas la de una Virgen rodeada de aviones y paracaidistas. En ella se puede ver una Virgen rodeada de aviones y de paracaidistas en la que se puede leer: “Esta vidriera fue ejecutada con la ayuda de Paul Renaud de Saint Mère en memoria de aquellos que con su coraje y su sacrificio liberaron Saint Mère Eglise y Francia”.
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