Todos conocemos cuando alguien exclama sorprendido «¡Oh!». Esa interjección fue escogida por los españoles como advocación para una Virgen admirada por el misterio de un Dios que se hace hombre, a pocos días de su nacimiento. María de la O es uno de los nombres con los que se le llama a la Virgen de la Esperanza.
Su fiesta está marcada el 18 de diciembre en el calendario mozárabe desde el año 656. Y es que, durante siglos, en la última semana de Adviento los cristianos han cantado con la oración del Magnificat del oficio de vísperas unas antífonas llamadas «de la O» que empiezan con la exclamación «¡Oh!» en latín y se dirigen a Jesús con un título mesiánico del Antiguo Testamento.
0 comentarios